Domingo abrió el temporada de caza del "ars venandi", una "cultura" inseparable del necesario manejo de la vida silvestre, una actividad indispensable paraeconomía agrícola, en particular de pequeñas aldeas, de zonas desfavorecidas, pero, no solo por la incidencia de daños causados por vida silvestre incluso en áreas urbanas. Los cazadores regresan al campo y deben hacerlo cada vez más atentos al trabajo ajeno, a la seguridad, al respeto por la propiedad ajena. Nuestro regreso a los campos, como ocurre con los problemas de los incendios, conlleva esa mayor "protección" que nos permite contrarrestar actos que en ocasiones son maliciosos. Cuando el campo no está en "soledad" es más fácil defenderlo de "malvadas agresiones".
Las emociones correctas y positivas que experimenta. el cazador sirven al bien común. Entre las actividades de prevención, nos corresponde proteger a los agricultores y ciudadanos italianos de posibles brotes de peste porcina africana (ASF). Somos amantes y conocedores de los bosques, colinas, acequias y a partir de mañana este conocimiento será decisivo para la prevención: si encontráramos jabalíes muertos, no los tocamos y reportamos la presencia de los cadáveres a las autoridades sanitarias competentes, a la policía provincial. La peste porcina puede convertirse en un problema grave y si bien no es la causa de la repoblación, aunque sea indebida y prohibida, de jabalíes, como nos dicen "ciertas mentiras", nos corresponde ayudar a buscar soluciones en interés de la población. país.
Son muchos los problemas que hay que afrontar en la relación caza-sociedad, somos conscientes de ello.. Cuanto más estemos a la caza con nuestros amigos perros, más argumentos tendremos para una correcta narración de la caza, a los ciudadanos, a las nuevas generaciones. Algo en Europa puede cambiar, hacemos de ARCI Caccia el mejor intérprete de la comparativa necesaria y ya no postergable (Fuente: Caza de arco).