La Tribunal de Casación ha intervenido en los últimos días para explicar un detalle nada despreciable sobre la posesión de armas en Italia. Los jueces de Piazza Cavour, de hecho, rechazaron el recurso presentado por un hombre que había decidido modificar su carabina, aumentando su poder. Estamos hablando de una carabina de aire comprimido y en este caso había llegado a 21,7 joule siguiendo el cambio realizado por el propietario.
En definitiva, el mismo poder se había triplicado, dado que el previsto por la legislación vigente, es decir, 7,5 julios. Según lo establecido por Palazzaccio, no se recomienda en absoluto aumentar la potencia de un arma de libre venta, ya que existe el riesgo de tener un arma que en realidad sea clandestina.
Por otra parte, ciertamente no es un detalle secundario en esta discusión, no importa que el arma se haya comprado en una armería o que el poder sea relativo, la clandestinidad queda imborrable con el aumento de julios.