Un año extraordinario para la caza
Hemos vivido un año extraordinario para la caza, enfrentándonos a problemas complejos y curiosos, como la cuestión de la presencia en Italia de muchos osos y lobos, daños causados por la fauna silvestre en general con el correspondiente plan nacional extraordinario que se deriva del nuevo art. 19 ter, la prohibición del uso de munición de plomo en los humedales y la habitual disputa por los recursos contra los calendarios de caza regionales. Nos hemos ocupado de la migración de las aves, hemos tratado de impedir la actividad de algunos fanáticos contra nuestra querida caza, respetuosa con el medio ambiente, y sus actos vandálicos contra casetas fijas en algunas provincias. Un año, para bien o para mal, para recordar, aunque, por desgracia, hemos sentido muy cerca los problemas internacionales de la ruptura de la paz entre Estados soberanos. Hablamos de la terrible guerra en Ucrania y, como tememos, del fin de la paz mundial.
Lo que sucederá
Ucrania aspira a convertirse en un Estado de la UE, pero Rusia no lo permite y tiene la intención de apropiarse de grandes territorios, actualmente ucranianos. No podemos saber qué pasará: nosotros, los cazadores, nos ocupamos de la vida silvestre y la gestión de la tierra, no de cuestiones internacionales. Entonces estalló la guerra entre Israel y Palestina y también podríamos creer que, detrás de esta situación, está Rusia que quiere involucrar a Occidente en otro frente, desviándolo del ucraniano. No podemos seguir hablando de estos temas porque están demasiado lejos de nuestro mundo pacífico. Sin embargo, como ciudadanos de una Europa y un mundo que parecen cada vez más pequeños, ni siquiera podemos fingir que no ha pasado nada: ¿qué efecto tendrán las dos guerras en curso (Ucrania-Rusia e Israel-Palestina) sobre las poblaciones de vida silvestre locales y migratorias?
Un problema a abordar
Este es un gran problema que debería abordarse de alguna manera. También porque, en relación con nuestro continente, sabemos muy bien que Ucrania es un país muy grande que muchas especies de avifauna migratoria utilizan como caldo de cultivo... y la destrucción de la guerra no se concilia mal con la conservación de los recursos naturales. Esperamos la paz, queridos amigos, especialmente para la humanidad pero también para todas las demás formas de vida, porque queremos la paz mundial y la esperanza es que llegue pronto. (Muelle Luigi Chierici – ANUU).