Los fanáticos de la caza migratoria encontrarán particularmente agradable viajar a Rumania. El único país de Europa del Este donde se permite la caza de alondras, el cazador podrá sumergir su mirada en millones de alondras voladoras, mimado por un paisaje verde y relajante para un viaje de caza inolvidable.
Terra antigua y sugerente, capaz de atraer a millones de turistas cada año, la Rumania es una región de mil sorpresas. No solo la cultura y el arte estimulan el turismo, sino también y sobre todo las infinitas posibilidades de la caza.
Particularmente practicado es por ejemplo la caza de alondras, presente en el territorio de forma abundante y uniforme.
Lo que hace apetecible este tipo de caza es la posibilidad, única en toda Europa del Este, de practicarla de forma legal. Una vez finalizada la experiencia, el cazador podrá exportar los animales sacrificados normalmente gracias a camiones frigoríficos que harán entregas a domicilio.
Esta caza tan particular y solicitada normalmente se lleva a cabo a lo largo del Danubio, en aquellos territorios que actúan como frontera con Bulgaria. Es en esta zona donde la tierra más fructífera para la caza de alondras como zonas de paso migratorio. Las grandes llanuras del sureste y los territorios que se extienden hasta el mar Negro, no lejos de la encantadora ciudad de Constanza, también resultan ser excelentes territorios de caza.
Alondras y Cesene, también presentes en el territorio rumano, son consideradas por los aficionados a la caza migratoria como aves que dan especial satisfacción, dada la posibilidad de realizar excelentes cajas de caza. Durante la temporada migratoria, el cazador podrá admirar miles y miles de aves sobrevolando el área de caza, y tendrá muchas opciones para elegir. La mejor época para realizar este tipo de caza es el mes de septiembre y octubre.
La posibilidad de exportar cantidades ilimitadas de animales sacrificados no estropeará la fiesta de los cazadores más capaces, como ocurre con frecuencia.
Los senarios de caza se caracterizarán por ambientes bucólicos y particularmente relajantes. Normalmente se trata de campos cultivados, estepas, prados, pastos, increíbles dunas de arena, zonas boscosas y herbáceas, hábitats ideales para las alondras.
El consejo para los cazadores interesados es confiar la organización de su viaje a una de las muchas agencias especializadas que no solo se encargarán del transporte y el alojamiento, sino que también proporcionarán a los huéspedes todo el equipo necesario; pabellón de caza, el asiento, el halcón o la lechuza, el espejo ya no serán problemas del cazador al que se le aconseja en cambio traer una eficiente llamada acústica.
También se podrán alquilar varios tipos de rifles, eliminando así el ansioso problema de transportar el arma.
Il viaje de caza normalmente no dura más de cuatro días, y al regresar a casa el cazador no solo estará satisfecho, sino ciertamente relajado y divertido, con el deseo de regresar lo antes posible a la incontaminada y verde Rumanía.