Sensibilidad ambiental
La caza es caza, las masacres –aunque estén legalizadas por una disposición regional– son otra cosa, algo inaceptable tanto desde el punto de vista moral como científico y respecto a intereses supranacionales. La región de Emilia-Romaña se empeña incomprensiblemente en perseguir un objetivo que no sólo los cazadores sino todos los ciudadanos con un mínimo de sensibilidad ambiental consideran una auténtica blasfemia. Es absolutamente intolerable, de hecho, que una Región crea que puede legislar sobre fauna migratoria que no puede ser considerada en ningún caso un patrimonio exclusivo. El Paloma de los bosques Se trata de una especie cinegética y por ello no queda claro por qué antes de decretar una repugnante matanza masiva durante el periodo de nidificación no se decide –simplemente- aumentar el número de animales que se pueden capturar durante la temporada regular de caza.
Silencio ensordecedor
Pero lo más grave y preocupante de esta absurda cruzada de exterminio es precisamente el silencio culpable de tantos a quienes consideramos "corresponsables". En primer lugar, ISPRA que, al menos en palabra, siempre se ha mostrado muy atenta y sensible a las superposiciones. Pero no menos importantes son ciertamente las numerosas asociaciones que se dicen ecologistas y activistas por los derechos de los animales, los partidos en el gobierno regional y esos viscerales anti-cazadores del Movimiento 5 Estrellas y AVS e – increíblemente – muchas asociaciones de caza importantes: todos en estricto silencio de prensa para no molestar al “manipulador” regional, el autor de tan repugnante disposición.
Iniciativa que debe ser condenada
En este sentido, son totalmente comprensibles las intervenciones (desgraciadamente raras) de políticos que critican valientemente la elección de intervenir durante el periodo de nidificación, provocando daños muy graves a una especie migratoria como la paloma torcaz. Nosotros de Libera Caccia, al tiempo que condenamos la iniciativa de la región Emilia-Romaña y estigmatizamos firmemente estos silencios incomprensibles y las que parecen auténticas connivencias de carácter político, anunciamos que dentro de unos días prepararemos un llamamiento motivándola tanto desde el punto de vista técnico-científico como desde los aspectos éticos. Y, como decía Bertolt Brecht: “¡Tiene que haber un juez en Berlín!” capaz de evitar esta absurda masacre en las guarderías (El presidente de ANLC Paolo Sparvoli).