Mayor realismo
Confagricoltura ha escrito a la Región de Piamonte, instándola a implementar activamente la degradación de la especie por parte de la UE y, de ser posible, a implementar prácticas de selección controlada. «Es necesario un enfoque más realista para la gestión de las poblaciones de lobos antes de que su crecimiento poblacional se descontrole, como ya ha ocurrido con los jabalíes. Es necesario reequilibrar la situación y volver a niveles aceptables. La Unión Europea ha degradado recientemente al lobo de especie estrictamente protegida a especie protegida, lo que abre el camino a una mayor flexibilidad en su gestión. Esto permite respuestas más concretas a las empresas agrícolas, pero esta decisión también debe implementarse en nuestro país lo antes posible». Enrico Allasia, presidente de Confagricoltura Cuneo y Piamonte, ha escrito una carta instando a la Región a participar activamente en los organismos institucionales pertinentes, incluso en colaboración con otras regiones, para lograr la degradación de la especie lo antes posible y adoptar regulaciones más flexibles y mecanismos de defensa verdaderamente eficaces para contener a este depredador, que causa daños significativos, especialmente a los agricultores.
¿Qué significa cada ataque?
La organización agraria vuelve así a ser portavoz de las preocupaciones de los ganaderos locales, que ven aumentar los casos de ataques de lobos a manadas y rebaños No solo en los pastos de montaña, sino también en las llanuras, con el depredador presente a tan solo unos cientos de metros de los establos, a veces incluso dentro de los cercados. Cada ataque supone la pérdida de varios animales, a menudo crías, con un daño económico inmediato difícil de recuperar. Pero las repercusiones indirectas también son significativas, señala Confagricoltura: «Los animales asustados se estresan, se producen abortos espontáneos, las yeguas que pierden sus crías desarrollan mastitis por falta de ordeño y también se observan reducciones en la producción de leche, mientras que los ganaderos y sus colaboradores se ven agobiados por las condiciones, incluso las que suponen un riesgo para su seguridad, en las que operan. Todo esto socava la sostenibilidad económica de las explotaciones, ya de por sí sometidas a presiones por el aumento de los costes y la disminución constante de los márgenes de beneficio», continúa la presidenta Allasia en la carta.
Sistemas de prevención
En las montañas, el pastoreo de animales hacia los pastos de montaña se está convirtiendo en una práctica cada vez más arriesgada que, sin intervenciones específicas y eficaces, podría abandonarse en pocos años. En estas zonas, los ataques nocturnos son bastante frecuentes, ya que se eluden los sistemas de prevención: cercar los pastos, siempre que sea posible, no es suficiente, ya que los lobos pueden saltar vallas de más de dos metros de altura o excavar debajo de ellas. Incluso el uso de perros guardianes no siempre es viable, y los lobos no temen ni a los disuasores sonoros ni a los humanos. «A raíz de esta situación, se está desarrollando una creciente desconfianza entre los ganaderos respecto a la continuación de sus actividades, que se sienten cada día más amenazadas», concluye Allasia. «A la espera de aprovechar la reducción de las restricciones impuestas por la UE con un plan integral de medidas adecuadas para abordar esta crítica situación, solicitamos, de ser posible, con una justificación adecuada y precisa, que se inicien acciones de selección controlada que puedan aliviar la presión de estos animales salvajes en las zonas más afectadas del Piamonte». (Fuente: Confagricoltura Piemonte)







































