Mantener la protección de las especies silvestres
Después de más de treinta años, es necesario abordar una normativa obsoleta como la Ley 157 de 1992. Los cambios ocurridos en nuestros territorios y la expansión descontrolada de la fauna silvestre requieren una revisión seria y pragmática. Así lo afirmó el Concejal de Caza y Agricultura de la Región de las Marcas, Andrea Maria Antonini, habla sobre el proyecto de ley nacional anunciado por el Ministerio de Agricultura, Soberanía Alimentaria y Bosques (MASAF) para la reforma de la legislación sobre la caza y la gestión de la vida silvestre. El objetivo es mantener la protección de las especies salvajes, pero reforzar los instrumentos de control y contención, también con procedimientos más agilizados, para garantizar una coexistencia equilibrada entre el hombre y la naturaleza y salvaguardar el trabajo en las zonas rurales. El aumento descontrolado de la fauna salvaje provoca graves daños a la agricultura, riesgos sanitarios (como la propagación de la peste porcina africana) y un aumento de los accidentes de tráfico.
Una relación equilibrada entre el hombre y la vida silvestre
«Hablamos —enfatiza Antonini— de una emergencia concreta que afecta a nuestros agricultores a diario, amenaza la seguridad vial y compromete el equilibrio ambiental de muchas zonas del interior y montañosas de Las Marcas. Ha llegado el momento de restablecer una relación equilibrada entre el ser humano y la vida silvestre. Esto no es un atentado contra la naturaleza, sino su correcta gestión». En Las Marcas, explica el concejal, los daños provocados por los jabalíes y otras especies invasoras crecen cada vez más, con fuertes repercusiones económicas para el sector agrícola y ganadero. “La vida silvestre”, añadió, “no puede seguir proliferando sin control, mientras quienes trabajan la tierra o transitan por nuestras carreteras viven con creciente preocupación”.
Bien colectivo
Antonini también valoró la actuación del ministro Francesco Lollobrigida: "El Gobierno está demostrando que quiere afrontar con valentía una cuestión que con demasiada frecuencia es objeto de batallas ideológicas que ignoran la realidad de los territorios". Hoy más que nunca —concluye el concejal— es necesario decidir por el bien común, y una reforma de la normativa de caza, basada en criterios científicos y en la protección de la actividad humana, es un paso en la dirección correcta. Las Marcas están dispuestas a hacer su parte.