Silencio ensordecedor
Volvamos a la actualidad porque merece ser objeto de una mayor reflexión también por parte del mundo cinegético. La importante sentencia del TAR Emilia Romaña (Sección II, 6.5.2024 n. 321) que, al rechazar la pretensión de un "objetor de conciencia" de que se le cerraran sus tierras a la actividad cinegética por estar moralmente contraria a ella, estableció que la caza no debe considerarse meramente "recreativa" sino También persigue los objetivos de defender los ecosistemas, la agricultura, así como la salud y la seguridad públicas, algo que Federcaccia viene apoyando firmemente desde hace años en todos los lugares.
Daños a la agricultura
En efecto, la noción de caza no puede reducirse - como afirman los jueces administrativos - a la caza únicamente, sino que muestra una comunión cada vez más estrecha con las actividades agroforestales-pastoriles, ya que es funcional a la prevención de daños a la agricultura. Asimismo, la caza -nuevamente como afirman los jueces administrativos- satisface la necesidad de prevenir/limitar los daños a las personas y a las cosas causados por la excesiva e incontrolada proliferación de la fauna silvestre, especialmente en aquellas zonas, lamentablemente cada vez más grandes, abandonadas e incultas. Correctamente enmarcada así la función pública de la caza, su ejercicio no puede ser obstaculizado por quienes, propietarios de terrenos, se oponen a la actividad cinegética por razones puramente éticas, comprometiendo intereses públicos que encuentran garantías supremas en el art. 2 (deber de solidaridad), en el art. 9 (protección del medio ambiente), en el art. 42 (función social de la propiedad) – y también agregamos en el art. 32 ante la propagación de la peste porcina (derecho a la salud) – de nuestra Carta Constitucional.
La actividad de los cazadores.
Las conclusiones a las que llega la sentencia en cuestión conducen, por tanto, a un rechazo sensacional de las reivindicaciones de quienes se oponen a la caza, escudándose tras la pantalla de prejuicios triviales resultantes de un extremismo ideológico, a veces incluso violento. Ha llegado el momento de reconocer definitivamente que los cazadores, con su preciosa actividad realizada durante todo el año de forma gratuita en beneficio de toda la comunidad, son verdaderamente los centinelas del territorio y contribuyen significativamente a la protección del paisaje y del medio ambiente. cuidando sus características y memorias históricas, pero también manteniendo la densidad adecuada de fauna silvestre en la zona para proteger la producción agrícola y la seguridad pública según criterios de planificación preventiva de la caza que respondan a la necesidad real de conservación de las especies silvestres también en interés de generaciones futuras. La Federcaccia seguirá luchando con todos los recursos posibles para que se reconozca este papel (moderno y actual) de los cazadores, para contrarrestar los prejuicios y las falsedades de quienes quisieran abolir la caza (Oficina de prensa de la Federación Italiana de Caza).