La defensa de un amigo
Otro caso más de licencia de caza denegada con excesiva severidad y luego devuelta con un poco de sentido común procede de Umbría. El protagonista de la historia es un hombre que, durante un control ilegítimo por parte de unos guardias de caza, simplemente había defendido y ayudado a un amigo cazador.
Controles ilegítimos
Los guardias de la ENPA realizaron el control: los delitos imputados fueron los de resistencia y amenaza a un funcionario público, así como la negativa a proporcionar datos personales. Según se desprende de lo anterior, el amigo ayudado no pudo mantener a raya a sus perros durante el control, por lo que la persona a la que le fue revocada la licencia le recordó sus derechos y el control se realizó fuera del contexto de la actividad cinegética.
Las motivaciones de los jueces.
Según el juez de instrucción de Perugia, los cargos deben desestimarse por el siguiente motivo: "Se ha comprobado que los guardias de caza no estaban en posesión de las competencias pertinentes fuera de los controles durante el ejercicio de caza, circunstancia que no se puede comprobar en este caso. ". Los jueces administrativos también consideraron que el comportamiento del hombre no contenía ninguna conducta que "pareciera particularmente grave, así como incompatible con la posesión segura de armas".