La furia de los cazadores
La reciente decisión de la Comisión Europea de iniciar un procedimiento de infracción contra Malta Y llevar a Francia ante el Tribunal de Justicia de la UE por las prácticas de caza regionales ha provocado el enojo de la comunidad de cazadores europea. Esta última acción representa otro caso de intervención brutal que afecta desproporcionadamente a las comunidades rurales sin ningún impacto significativo en la biodiversidad. Estas prácticas de caza regionales están profundamente arraigadas en el patrimonio cultural y han sido reguladas de conformidad con la Directiva de Aves. El uso, desde hace siglos, de trampas de red para aves es selectivo, capturando un número limitado de individuos y bajo estricta supervisión para garantizar que no suponga una amenaza para la biodiversidad.
Precedentes legales
Se ha iniciado una causa por infracción contra Malta por su proyecto de investigación sobre captura de aves, que ha sido rediseñado para cumplir con una sentencia judicial anterior. Francia ha sido sometida a la justicia por la caza tradicional regional de palomas torcaces, una especie que conoce un fuerte aumento de población en toda Europa. El número de individuos capturados con este método tradicional es insignificante. “Esta última acción de la Comisión Europea es un claro ejemplo de sobrerregulación. “Esto representa una interpretación extremadamente rígida de la Directiva sobre las Aves y no reconoce el valor cultural de estas prácticas”, afirmó Laurens Hoedemaker, presidente de FACE. “Los métodos de caza regionales forman parte de la identidad rural de Europa y no suponen una amenaza para las poblaciones de vida silvestre. Instamos a la Comisión a que adopte un enfoque más equilibrado, en lugar de criminalizar a las comunidades locales que han estado practicando estas actividades de manera responsable durante generaciones”.
Conservación de la naturaleza
Se trata de otra medida de la Comisión Europea destinada a erosionar las tradiciones europeas, el conocimiento local y el tejido de las comunidades rurales. Tales iniciativas alejarán a quienes han protegido estas prácticas durante siglos, sin resolver ningún problema de conservación de la naturaleza. FACE insta a la Comisión Europea a respetar el principio de proporcionalidad al abordar las actividades de caza regionales. Los cazadores y las comunidades rurales de Europa merecen un trato justo y reconocimiento por su contribución a la conservación, en lugar de acciones legales que no tengan en cuenta las realidades locales. (Fuente FACE)