Caza y Fauna: en Toscana los jabalíes parecen cada vez más prolíficos y el daño a la agricultura por parte de la fauna de ungulados va en aumento; muchos agricultores para reembolsar.
Los reembolsos de los daños causados por la presencia cada vez más masiva en nuestros territorios de ungulados, jabalíes, ciervos y corzos se leen cada vez más en los periódicos. No estuvieron presentes hasta la década de 60, luego se introdujeron, nadie sabe por qué, en un entorno boscoso inadecuado, por lo que nos vimos obligados a alimentarlos. Son muy prolíficos y se han multiplicado espectacularmente hasta alcanzar los trescientos mil ejemplares solo en la Toscana.
Mientras tanto, la caza siempre se ha hecho más cara y limitada, restringiendo los calendarios de caza para algunas especies y solo la caza de selección para otras. Los datos que se pueden leer son de daños detectados en Toscana en cinco (5) años por 20 millones de euros (cuarenta mil millones de liras antiguas) y unos 400 accidentes de tráfico. Teniendo en cuenta que la agricultura se practica cada vez menos, también por estos daños que sufre la gran empresa y la pequeña huerta, podemos entender que queríamos seguir ampliando un problema que se arrastra desde hace años provocando enormes costes.
No está claro qué impulsa a los administradores de los distintos órganos responsables a no abordar el problema de manera diferente y a gastar la enorme suma que se necesita para el reembolso de los daños de una manera diferente y más productiva. Solo en Toscana, calculando veinte millones en daños en cinco años, hay que hacer un cálculo extendido a la economía: 20 millones por pérdida de productos no vendidos por los agricultores, otros 20 millones por uso de dinero público para reembolsar esos daños.
Por lo tanto, al hacer una cuenta económica aproximada del multiplicador, no cuarenta millones de euros sino unos 100 millones de euros que se podrían mover y que no benefician a la ciudadanía. Pero si el dinero público no beneficia a los ciudadanos, ¿quién se beneficia de él? Por no hablar del precio de la carne potencial que se podría obtener. Pocas consideraciones, pero suficientes para darse cuenta una vez más, si es necesario, de cómo se gasta el dinero de los ciudadanos.
Esta vez sirven para hacer de nuestro territorio un hermoso zoológico para ver quizás, pero debido al uso de dinero público del cual los ciudadanos no ven rendimientos económicos, sino solo problemas crecientes. Podemos ver que en toda Italia hay muchas partes interesadas, dado que todas las regiones gastan, y seguirá haciéndolo a pesar de los recortes y la crisis. La pregunta sigue siendo como en la antigua transmisión de Arbore: ¿es mejor cortar ungulados o cordura?
Febrero 21 2013
Fuente: ArezzoNews