Tras la petición de Fora (Pacto Cívico) de ampliar el periodo de caza del jabalí, en el consejo comarcal de laUmbria surge un nuevo interrogante ante los casos confirmados de peste porcina africana en Piamonte y Liguria. La consejera regional de la Liga de Umbria, Francesca Peppucci, de hecho, anuncia una pregunta al consejo sobre la "posibilidad técnica, económica y legal para el establecimiento y funcionamiento de un cadena de suministro de carne de jabalí y qué intervenciones adoptar para establecer los requisitos higiénico-sanitarios, la trazabilidad y calidad, a los efectos de su realización”. “La presencia de ungulados en Italia alcanza ya cifras preocupantes -explica Peppucci-.
En particular en Umbria se estima que el número de jabalíes ha superado los 100 mil ejemplares debido a una proliferación descontrolada que genera cada año enormes daños en términos de cultivos destruidos, ganado muerto, fallas de infraestructura y pérdida de biodiversidad”. A pesar de esta presencia masiva -recuerda Peppucci- en Italia alrededor del 90 por ciento de la caza salvaje, principalmente carne de jabalí, se importa de Nueva Zelanda, Escocia y América del Norte, sin que el consumidor pueda conocer la trazabilidad. Además, la carne de animales silvestres no se vende en las carnicerías, sino únicamente en los supermercados, donde se compra congelada y de procedencia extranjera.
Por esta razón, varias Regiones han adoptado desde hace mucho tiempo intervenciones para promover la comercialización de la carne de animales salvajes. incluso si en Italia aún no se ha desarrollado una cadena de suministro controlada de caza silvestre, que según el exponente de la Liga podría en realidad representar una respuesta efectiva a las estrategias que apuntan a rediseñar la agricultura en clave sostenible y resiliente, contrastando también las múltiples formas de ilegalidad encontradas en la comercialización de estos productos.
“Al activar el proyecto de cadena de suministro - es la propuesta de Peppucci - se podrá transformar el problema del número de jabalíes en la zona en una oportunidad económica en términos de empleo, integración de ingresos empresariales y mejora del territorio. Finalmente, con la venta de carne de caza, a través de una cadena de suministro controlada y certificada, es posible lograr un consumo regular y seguro para el consumidor, al mismo tiempo que se salvaguarda a los criadores de consecuencias económicas y restricciones comerciales que podrían conducir a la propagación de la peste porcina”.
Pero está bastante claro ese producto exacto como el virus covid 19 porque para dejar de cazar por quién. Animalistas ignorantes