Una revista de prestigio
La expansión de las ciudades es una de las principales causas del declive global de la biodiversidad, pero las comunidades de aves pueden responder de manera sorprendentemente diferente a esta amenaza en distintas épocas del año. Esto es lo que surge de la investigación “Different traits shape winners and losers in urban bird assemblages across seasons”, publicada hoy en la prestigiosa revista Scientific Reports y fruto de una colaboración entre investigadores de varias universidades italianas y extranjeras, bajo la guía del National Biodiversity Future Center (NBFC). Coordinado por Riccardo Alba, investigador del Departamento de Ciencias de la Vida y Biología de Sistemas de la Universidad de Turín y del Bird Lab Turín, el estudio analizó cómo las especies de aves responden a la urbanización a lo largo de un gradiente que va desde los centros urbanos hasta las periferias rurales. La investigación, en la que participaron las ciudades italianas de Turín, Milán, Florencia, Roma, Nápoles y Campobasso, adoptó un enfoque multiestacional, que incluye tanto los períodos reproductivos como los de invierno, para captar plenamente la complejidad de la dinámica ecológica urbana. Se prestó especial atención a los rasgos funcionales de las especies –como dieta, estrategia reproductiva, comportamiento social y métodos de anidación– para comprender qué características favorecen o penalizan a las diferentes especies en entornos urbanizados.
Especie solitaria y oportunista
Los resultados muestran cómo algunas especies, llamadas “ganadoras”, consiguen prosperar en las ciudades gracias a la anidación colonial, un elevado número de puestas o una larga esperanza de vida. En invierno, sin embargo, predominan las especies solitarias y oportunistas, con una dieta generalista. Por el contrario, las especies “perdedoras” tienden a ser insectívoras, migratorias y anidan en el suelo, características que las hacen vulnerables a la pérdida de hábitat y a las presiones de los entornos urbanos. Sin embargo, la mayoría de las especies caen en la categoría de “adaptadores urbanos”: no totalmente favorecidos por los ambientes urbanos, pero aún capaces de explotar eficazmente contextos con un nivel intermedio de urbanización. Además, algunas especies muestran notables capacidades de adaptación estacional, frecuentando áreas urbanas en invierno pero no durante la temporada de reproducción y viceversa.
parques urbanos
Turín destaca entre las grandes ciudades del norte de Italia por su excepcional extensión de áreas verdes y parques urbanos, que crean un mosaico urbano capaz de albergar una notable diversidad de aves, incluidas las típicas de los ambientes forestales. Grandes parques urbanos como el Parco della Colletta, Meisino, Valentino y Pellerina ofrecen hábitats adecuados para muchas especies sensibles, a menudo raras en otros contextos metropolitanos. En algunos de estos parques, por ejemplo, se pueden observar especies como el herrerillo común, el agateador común o el trepador azul, pero también anidan especies más raras, como el pico menor, el pito negro, la paloma zurita o el alcotán.
Un verdadero corredor ecológico
Un papel fundamental lo desempeña también la colina de Turín, que junto con el Parque Natural de la Colina de Superga representa un importante pulmón verde cerca de la ciudad, actuando como reservorio de biodiversidad y zona de nidificación de muchas especies. Además, el río Po, con sus franjas perifluviales arboladas, actúa como un auténtico corredor ecológico, facilitando el movimiento y las conexiones entre las áreas verdes urbanas y las naturales circundantes. Estos elementos, incluidas las grandes avenidas arboladas de la ciudad, hacen de Turín un ejemplo virtuoso de cómo las ciudades pueden contribuir concretamente a la conservación de la biodiversidad, incluso de las especies forestales más exigentes. Al mismo tiempo, la presencia de una fauna rica y diversa en las áreas verdes urbanas mejora la calidad de vida de los ciudadanos, ofreciendo oportunidades de contacto con la naturaleza. De esta manera la biodiversidad urbana se convierte en un patrimonio social y cultural a valorizar.
Variaciones estacionales
El estudio —afirma Riccardo Alba— destaca la extraordinaria capacidad de las aves para adaptarse a una amplia gama de condiciones ambientales, incluso en paisajes profundamente modificados por el ser humano. Considerar las variaciones estacionales es esencial para comprender plenamente las respuestas ecológicas de las especies a la urbanización. Este enfoque puede ayudar a mejorar la planificación del tejido urbano, haciéndolo más sensible a las necesidades de la fauna silvestre y más eficaz para promover ciudades sostenibles y ricas en biodiversidad. (Fuente: Oficina de Prensa de la Universidad de Turín).