La única solución en este momento podría ser la del comisionado extraordinario. La dimisión se produjo de repente, aunque la región de Toscana había proporcionado más que tranquilidad a este respecto. El mundo de la caza local teme que el plan de manejo de vida silvestre, además de las posibles complicaciones en cuanto a inversiones en mejora ambiental.
Los comités que se encargan de verificar y controlar la Áreas de repoblación y captura y Áreas de caza de respeto se ven obligados a navegar a la vista, según informó el propio Perini. Además, los agricultores no pueden mirar con calma este estancamiento, ya que la estimación de los daños causados por la vida silvestre se vería socavada. Finalmente, Libera Caccia Pisa se quejó de cómo esto es la única situación de este tipo en toda la región, un unicuum sin el que él felizmente hubiera podido prescindir.