Si el perro sufre de diabetes pronto se comprende: normalmente empieza a beber mucho más de lo habitual, orina con mucha más frecuencia, tiene mucha más hambre y pierde peso de forma sospechosa y anormal. Se debe prestar más atención a la situación en caso de que el perro es entre los 6 y los 8 años de edad, periodo durante el cual la diabetes suele presentarse con mayor frecuencia (cabe destacar que, sin embargo, la diabetes puede aparecer, según nos cuentan los veterinarios, de los 4 a los 14 años de edad).
Si todas las condiciones anteriores son válidas, pero incluso si simplemente sospecha que es bueno llevar al perro al veterinario. El diagnóstico temprano es importante ya que la diabetes, si se descuida, puede causar complicaciones graves.
¿Qué diabetes?
Hay al menos dos tipos diferentes: mellitus, el más clásico, y el insípido, más raro pero no menos complicado. Ambas formas de diabetes tienen muy poco en común. Hoy nos centraremos en el mellitus, provocado por una deficiencia en una hormona que segrega el páncreas, el famoso Insulina. La descompensación en cuestión también provoca condiciones muy graves de trastorno metabólico del azúcar. A su vez, estos conducen a un aumento peligroso del azúcar en sangre con todos los problemas que conlleva. La presencia de azúcares en la orina en ese momento se vuelve alarmante y se necesita una solución urgente ya que la diabetes es una enfermedad que puede conducir, si se descuida, a la muerte.
El diagnostico
No todo el mundo lo sabe, pero es una enfermedad muy común entre los perros adultos; 1 de cada 200 perros la padece y afecta mucho más a las hembras que a los machos. En realidad, la ciencia no identifica razas más o menos sujetas a la enfermedad aunque a nivel estadístico son las razas más pequeñas las que padecen diabetes mellitus con mayor frecuencia.
Aunque no hay certeza al respecto, es cierto que una serie de afecciones que ocurren juntas están causando la enfermedad:
- predisposición genética;
- obesidad;
- infecciones;
- medicamentos;
El diagnóstico precoz es importante y el único que puede hacerlo es el veterinario. El perro deberá someterse a análisis de sangre y orina. Lo importante es que está ayunando. El nivel de azúcares que se encuentra en los análisis de sangre y orina dará una respuesta determinada.
Terapia
Después de los exámenes de rutina, se puede planificar el procedimiento terapéutico adecuado, que varía para cada perro. En general, la farmacoterapia es indispensable: consiste en la administración subcutánea de insulina. Existen diferentes tipos pero parece que el más eficaz para los perros es el de origen porcino. Cabe recordar que la insulina tiene efectos diferentes en perros que en humanos. De hecho, son mucho más rápidos pero también menos duraderos, y este elemento no debe subestimarse.
La terapia con medicamentos no resuelve la situación por sí sola. El perro debe ser sometido a una serie de atenciones dietéticas con el objetivo de:
- eliminar el problema de la obesidad;
- determinar una frecuencia precisa de las comidas;
- determinar las sesiones diarias de ejercicio;
- especificar una ingesta diaria de calorías que debe respetarse.
Las complicaciones
Si la terapia no es repentina o no se sigue con precisión, las complicaciones también pueden ser muy preocupantes: por ejemplo, puede encontrarse con cetoacidosis diabética, pérdida drástica de peso, cataratas, infecciones bacterianas, pancreatitis. En resumen, todas las patologías adicionales no deben subestimarse.
Diabetes en perros de caza
Cuando el perro de caza padece diabetes mellitus, se debe aumentar la atención. No todo el mundo sabe, por ejemplo, que en periodos de trabajo intenso hay que reducir las dosis de insulina. Durante la jornada de caza, de hecho, el ejercicio físico reduce la presencia de glucosa y mejora la movilización de insulina debido al mayor flujo de sangre hacia los músculos.
El propietario, por su parte, deberá traer azúcar, fruta confitada o agua azucarada ya que el riesgo de hipoglucemia está a la vuelta de la esquina. Los principales signos que nos advierten del descenso glucémico son la debilidad repentina de nuestro auxiliar, la cabeza constantemente agachada, convulsiones o en el peor de los casos colapso.
Nutrición del perro diabético
Sin querer entrar en detalles, dado que cada perro es una historia en sí mismo, es bueno recordar sin embargo que en el mercado existen piensos pensados para quienes padecen diabetes, que contienen todos los nutrientes esenciales para una terapia alimentaria eficaz.