El sabueso italiano, elegante y noble en forma, sagaz y apasionado en carácter
Todos conocemos al sabueso italiano, y todos sabemos que nació para cazar, pero sobre todo para cazar liebres. Lo que no todo el mundo sabe es que los orígenes del perro como sabueso son muy remotos. Sabemos con certeza, por ejemplo, que desde el Paleolítico, los antepasados de los que luego se convertirían en sabuesos de cinco estrellas ya acompañaban al hombre durante la caza y para contarnos sobre ello pensamos en varios tipos de figuraciones, principalmente pinturas rupestres. El de Cueva de la Vieja, por ejemplo, representa a un perro que persigue y desprende a su presa, llevándola al cazador. Uno pensaría que las cosas no han cambiado demasiado.
Jenofonte pensó en describir a estos perros particularmente astutos en su famoso Cinegetico, al menos para los amantes de los perros. Fueron los romanos, más tarde, quienes crearon una primera subdivisión entre razas: los sabuesos (sagaces) estaban dotados de un olfato asombroso y un olfato excepcional, capaces de seguir las huellas incluso en las peores condiciones. Luego estaban los galgos (celeres) más rápidos que el viento para seguir a sus presas a la vista y los molosoides (pugnaces) excelentes para atacar.
Mucho más tarde, en 1898, la Asociación Nacional de Perros presentó una nueva distinción, esta vez relacionada con nuestros propios perros.
Entre los más conocidos, es imposible olvidar a los Lomellini o llanuras, según algunos la raza más pura y cercana al Sabueso italiano, el Cravin, de Piamonte, cuyo origen probablemente se encuentre entre los sabuesos de la Galia. No menos atractivo y capaz es el Montagnino nacido entre los Alpes y los Prealpes del centro-este, y el Sabueso de los Apeninos fue seleccionado de los Apeninos. Hasta la fecha, la empresa italiana Pro Segugio trabaja para obtener el reconocimiento del italiano Lepraiolo, que debe incluir las características de los perros antes mencionados, tanto en términos de morfología como en términos de rasgos psicoactitudes.
Sin embargo, cuando hablamos del sabueso italiano, nos referimos a dos razas idénticas tanto en estructura como en rasgos, pero que se diferencian en el tipo de pelaje: el sabueso de pelo corto y el sabueso de pelo fuerte.
La selección del sabueso italiano fue larga y se definieron rasgos morfológicos y de comportamiento para darle identidad. El tamaño tenía que estar entre 48 y 58 cm, pero sobre todo se intentó eliminar todos esos rasgos y características que denotaban la fusión entre sabuesos italianos y extranjeros: la aurícula especialmente desarrollada y la punta redondeada, el cráneo con una característica forma de cúpula. , o el pelaje excesivamente manchado de blanco.
Para diferenciar a la raza italiana también existía el rumor de que en el Sabueso italiano es el scagno, en el francés es el grito. Además, los italianos también demuestran mayor sagacidad que los ejemplares extranjeros.
Finalmente también se decidió no aceptar el espolón presente en las patas traseras ya que era una clara demostración de las influencias del Bracco o del Spinone.
El sabueso italiano (de pelo corto o de pelo fuerte) es hoy el resultado de esta rigurosa selección y tiene una estructura mesomorfa muy noble, con un tronco cuadrado. Se adapta bien a la caza en la llanura y en la montaña, y no se deja asustar ni siquiera por los terrenos más difíciles. Excelente velocidad y resistencia, y una pasión y determinación incomparables que muestra tanto cuando trabaja solo como cuando está en traje. Las diferencias entre perros de pelo corto y de pelo fuerte se encuentran solo a nivel de comportamiento. Este último es ciertamente menos exuberante y más reservado que el primero, aunque ambos temperamentalmente son tranquilos, equilibrados, mentalmente animados y sagaces.
Luigi Zacchetti, que durante mucho tiempo observó al sabueso de caza, lo definió no por casualidad como el mejor para cazar liebres con rifle. Para justificar esta elección sin duda su muy fino olfato, pero sobre todo la pasión por seguir la pista, la tenacidad y la excelente resistencia al cansancio.
¿Cómo reconocer a un verdadero sabueso italiano? Es un perro que nos caza con clase y estilo, capaz de respetar las cuatro fases fundamentales, desde la búsqueda del pasado, al acercamiento, al descubrimiento y finalmente a la persecución. Y para advertir a su compañero cazador utilizará su voz chillona y muy agradable que había convencido incluso a Zacchetti. Por último, en lo que respecta a su alimentación, conviene recordar que durante los períodos de plena actividad su dieta debe ser algo más rica: por ello, se recomienda una comida diaria consistente en carne (unos 300 g), arroz (unos 150 g). asociación con verduras cocidas.