Tórtola: hacia la recuperación de la tórtola (Streptopelia turtur). En 2018, la adopción del Plan de Acción Europeo para la conservación de la tórtola representó un hito en la gestión de la fauna silvestre de las aves migratorias. El objetivo principal era ambicioso pero claro: detener el declive de la población de tórtolas en toda Europa para 2028. Siete años después, los datos recopilados en 2025 marcan un primer paso histórico en la dirección correcta: por primera vez, se observa un aumento de la población a lo largo de las rutas migratorias occidental y centro-oriental. Este resultado no solo legitima los esfuerzos realizados, sino que reivindica el papel de la caza sostenible como herramienta integrada en la estrategia de conservación.
1. Los tres pilares de la acción europea: hábitat, legalidad y sostenibilidad
Según el Plan de Acción (Fisher et al., 2018), las tres principales amenazas para la tórtola son la pérdida de hábitat, la matanza ilegal y la caza insostenible. El enfoque de gestión resultante, denominado Gestión Adaptativa de las Cosechas de la UE (EU-AHM), impulsó a la Comisión Europea a lanzar en 2019 un ambicioso programa para calibrar las cosechas cinegéticas basándose en datos científicos actualizados, modelos demográficos y seguimiento continuo. Las acciones diferenciadas en las dos rutas migratorias europeas han generado escenarios distintos, pero convergentes, hacia la recuperación.
2. Ruta Migratoria Occidental: Aumento, estabilidad y reapertura regulada de la caza
En la ruta migratoria occidental, que abarca Francia, España, Portugal y el norte de Italia, se aplica una moratoria total de la caza desde 2021. Tras tres años, la actualización del PECBMS (Arroyo et al., 2025) mostró una inversión de la tendencia: la población está aumentando, aunque la proyección a 2015 años (2024-2020) se clasifica como estable debido a que el intervalo de confianza inferior aún está por debajo de la unidad. En España, según Moreno-Zarate et al. (2013), la población ya se había estabilizado entre 2018 y XNUMX, con indicios de recuperación. En Portugal, las curvas de crecimiento habían comenzado a ascender incluso antes de la prohibición de la caza.
3. Modelado, cuotas y criterios de reapertura
Gracias al modelo demográfico desarrollado entre 2019 y 2025, fue posible estimar una cuota de captura sostenible equivalente al 1,5 % de la población posreproductiva, lo que corresponde a aproximadamente 124.000 8,31 individuos de un total de XNUMX millones. Este umbral, considerado extremadamente conservador, se distribuyó entre los cuatro países participantes según una metodología basada en datos históricos de sacrificio selectivo y el compromiso con la conservación. Las regiones del norte de Italia, menos activas en proyectos de conservación, vieron reducida su cuota.
4. Caza y conservación: una combinación sinérgica
La reapertura de la caza en 2025 marca un paso decisivo, no solo para la gestión adaptativa de la tórtola, sino para el concepto mismo de la caza como herramienta de conservación. En España y Francia, los cazadores han llevado a cabo iniciativas sistemáticas de mejora ambiental: creación de humedales temporales, cultivos sin cultivar para la nidificación y plantación de setos y árboles. Estas acciones han proporcionado hábitats adecuados para la alimentación y la reproducción.
5. Ruta migratoria centro-oriental: reducción drástica de las retiradas y señales de estabilización
En la ruta migratoria centro-oriental (Italia, Grecia, Malta, Chipre, Rumanía, Bulgaria y Austria), la estrategia consistió en reducir gradualmente las capturas. Entre 2021 y 2023, se registró una reducción del 75 %, que alcanzó cerca del 90 % en 2024, frente a una tasa de captura que pasó del 18 % inicial a menos del 4 %. En Italia, solo dos regiones mantuvieron la posibilidad de cazar tórtolas en 2024. Según los modelos desarrollados por la Comisión, una tasa de captura inferior al 4 % es sostenible también a largo plazo.
6. Efectos demográficos y primeras respuestas ecológicas
En 2024, el monitoreo de primavera mostró un aumento en la población reproductora. Esta es una señal importante, aunque aún insuficiente para definir la curva completa de diez años como estable. Los datos del PECBMS, actualizados a mayo de 2025, muestran una ligera pero significativa inversión. Esto ocurrió después de tres años consecutivos de reducción de la caza y antes de la drástica contracción de 2024, lo que sugiere que la contención de la caza ha tenido efectos beneficiosos, si bien mediados por otros factores.
7. Análisis a nivel nacional: tendencias diversificadas
Según Brlík et al. (2021), en la ruta migratoria centro-oriental, solo Grecia, Rumanía y Bulgaria mostraron tendencias positivas ya antes de 2017, manteniendo una actividad cinegética significativa. En Italia, los datos de Campedelli et al. (2012) muestran un aumento entre 2000 y 2011, seguido de una estabilidad hasta 2014 y una fase decreciente hasta 2023. La evidencia sugiere que, al menos en algunos países, la caza no fue el principal factor de la disminución, en comparación con otros factores determinantes como la intensificación agrícola y la pérdida de hábitat.
8. Hábitat agrícola: el verdadero punto crítico de la conservación
La tórtola, al igual que muchas especies de aves agrícolas, es especialmente sensible a la calidad del hábitat. Los cambios en las prácticas agrícolas, la desaparición de cultivos tradicionales y la urbanización han reducido drásticamente las zonas favorables para la especie. En 2025, la Comisión Europea recomendó intervenciones específicas: censos de población, programas de marcaje, análisis de la productividad reproductiva y medidas específicas para el hábitat, como permitir el crecimiento de cultivos de semillas, mantener setos y crear humedales temporales.
9. Los cazadores protagonistas de la restauración ambiental
En muchos contextos europeos, los cazadores han sido los principales actores en la protección de la fauna silvestre. Desde Grecia hasta Italia, se multiplican las iniciativas voluntarias: instalación de puntos de agua, siembras específicas, mantenimiento de tierras productivas sin cultivar y censos regionales. A falta de incentivos directos, estas actividades demuestran un compromiso generalizado y continuo.
10. Un futuro basado en la ciencia y la cogestión
La experiencia de la tórtola representa hoy un modelo europeo de gestión adaptativa basado en la integración de la ciencia, la monitorización y la participación en la caza. El éxito en la reapertura de la caza en la ruta migratoria occidental es un ejemplo concreto de cómo la sostenibilidad no es una utopía, sino el resultado de decisiones informadas. Las perspectivas para la ruta migratoria centro-oriental son alentadoras, pero requerirán un mayor seguimiento y la consolidación de las políticas ambientales agrícolas. Mantener el interés de los cazadores en la gestión conservadora de especies en dificultades demuestra, una vez más, ser una estrategia ganadora. 2025 es el año en que la conservación y la caza han encontrado un equilibrio, marcando un punto de inflexión histórico para la tórtola en Europa.