La masacre de 2003
Ha pasado mucho tiempo, pero pocos han olvidado lo que pasó a la historia como el "ataque de Nasiriya". El 12 de noviembre de 2003, precisamente en la localidad iraquí, un camión cisterna lleno de explosivos explotó frente a la entrada de la base Maestrale, sede del MSU italiano de los Carabinieri, provocando posteriormente la explosión del depósito de municiones y la muerte de varios personas, incluidos carabineros, militares y civiles. Entre los heridos también se encontraba Maurizio Lucchesi, un teniente ahora de permiso que recientemente fue protagonista de una particular historia ligada a la posesión de armas.
La sentencia del TAR
Según la Prefectura de Perugia, a Lucchesi se le debería haber impuesto una prohibición de posesión de armas y municiones, además de retirada de licencia de armas para defensa personal. El hombre, condecorado con la Medalla de Oro por el Presidente de la República en memoria de las víctimas del terrorismo, no recuperó su licencia hasta el pasado 19 de marzo, cuando la TAR de Umbría dictó sentencia a su favor.
Los motivos de la defensa.
Los dos incidentes controvertidos se remontan a 2019. En el primer caso, Lucchesi disparó al aire para interrumpir una pelea entre extranjeros armados, bloqueando también a uno de ellos. En el segundo episodio, sin embargo, el ex policía había discutido con un colega que luego lo denunció, afirmando que había sido agredido y amenazado. Según la Prefectura, el hombre no podía ser considerado confiable, pero su defensa (posteriormente aceptada) se basó en el hecho de que había servido en los Carabinieri durante 26 años y que tenía autocontrol incluso en las situaciones más estresantes, como como conflictos internacionales.