Piovà Massaia, Piamonte – El PalaMenta acogió recientemente una conferencia de importancia nacional sobre la peste porcina africana, donde el profesor Ezio Ferroglio, director de la Escuela de Agricultura y Medicina Veterinaria de la Universidad de Turín, discutió la situación actual en Piamonte. La región es una de las ocho áreas del país actualmente afectadas por la enfermedad, y los esfuerzos para contener su propagación parecen estar dando sus frutos.
Hasta el momento, se han sacrificado más de 7.000 cerdos, y el 60% de estos sacrificios se realizan en áreas restringidas. Hay 438 animales positivos a la enfermedad, distribuidos en 96 municipios, todos ubicados en la provincia de Alessandria. La peste porcina africana es una grave amenaza para todo el sector de la ganadería porcina, con posibles daños económicos graves y graves repercusiones en la salud de la población animal afectada.
El profesor Ferroglio dijo que aunque se necesitarán al menos tres años para erradicar por completo la enfermedad, la situación en Piamonte puede considerarse bajo control gracias a las medidas preventivas tomadas hasta el momento. Sin embargo, es fundamental no bajar la guardia, especialmente en zonas restringidas, y requiere un compromiso constante por parte de las Provincias y del mundo cinegético.
Una de las principales preocupaciones se refiere al contagio entre cerdos y jabalíes, que puede ocurrir a través del contacto con animales enfermos. Para hacer frente a este problema, se ha introducido el uso de helicópteros para la retirada de cadáveres de jabalíes infectados. Además, el Ejército se ha involucrado en el control de los cursos de agua para limitar la propagación de la enfermedad.
Según estimaciones, hay alrededor de un millón 500.000 jabalíes en exceso en el territorio nacional, lo que constituye un factor de riesgo adicional para la propagación de la peste porcina africana.
En conclusión, Piedmont está abordando la amenaza de la peste porcina africana con medidas preventivas eficaces y esfuerzos coordinados. Sin embargo, es vital mantener la conciencia y continuar los esfuerzos para contener la propagación de la enfermedad. Solo así será posible garantizar la seguridad de la población animal y la sostenibilidad del sector porcino en la región.