Experiencia y conocimiento
“Conocimiento del territorio, experiencia, espíritu de colaboración con las fuerzas del orden, sentido cívico al servicio de la comunidad. Un poco de todo esto hay en la crónica de la detención del tristemente problemático joven holandés en el de Torre Mondovì”. Así lo afirma el presidente de la FIdC de Piamonte, Guido Dellarovere. “Un aplauso a los Federcacciadores y asociados que contribuyeron activamente al éxito de la operación, guiados magistralmente por el vicepresidente provincial de la Federcaccia y por el presidente de la sección municipal de Mondovì Emiliano Negro – continúa el presidente regional.
Disponibilidad total y completa
Desde las primeras horas después del incidente, el presidente provincial de Cuneo, Livio Salomone, me informó de la plena y completa disponibilidad dada a las fuerzas del orden por los Federcacciatori Monregalesi, una demostración más de que cuando es necesario actuar en el bosque y montañas, los únicos que están siempre presentes son los cazadores, muchas veces vilipendiados e insultados por su pasión. En esta ocasión, como en otras, demuestra claramente que la caza no es sólo disparar, sino conocer el territorio y, sobre todo, respetar el medio ambiente”, reitera Dellarovere, subrayando que, como suele ocurrir ante una petición del autoridades, el mundo de la caza responde inmediatamente, de forma rápida y concreta, como lo hicieron en esta ocasión los Federcacciatori monregaleses.
Una importante acción social
“Gracias una vez más a los cazadores de la 'Granda', que han trabajado con excelentes resultados. Emiliano Negro y sus Federcacciatori serán recordados por esta importante acción social encaminada a la seguridad de toda la comunidad, incluidos nuestros históricos detractores”, concluyó Guido Dellarovere. “Me uno al presidente Dellarovere para aplaudir a nuestros directivos y a los miembros registrados piamonteses – declaró el presidente nacional de la Federcaccia Massimo Buconi – una vez más los cazadores han demostrado que son un componente fuerte, profundamente arraigado en el tejido de la comunidad, siempre dispuestos a ponerse al servicio de los demás. , ya sean autoridades o conciudadanos, su capacidad para moverse en territorios a menudo hostiles y el conocimiento de lugares poco conocidos. Ya sea para buscar a los desaparecidos o para apoyar de alguna manera a los necesitados, los cazadores siempre están dispuestos, a pesar de las críticas y la ingratitud, a dar su contribución. Un valor subestimado y vilipendiado por quienes no pueden ir más allá del aspecto lúdico de la caza sin comprender su complejidad e importancia para la sociedad (fuente: FIDC).