Hace cuatro días, domingo 20 de noviembre de 2016, dos cazadores de Storo (en la provincia de Trento) encontraron su cobertizo completamente quemado. Este es un hombre y su hijo que llegaron a la vigilancia fija al amanecer y estaban listos para empezar a cazar. El olor a quemado se podía escuchar desde la distancia: solo la estufa de leña se salvó del fuego, luego los dos fueron ayudados por otro cazador en la recuperación y remoción de la ceniza.
El guardabosque fue informado de lo sucedido y algunos vecinos del galpón ofrecieron su ayuda. suministro de madera y material para la reconstrucción. La lluvia del día anterior evitó peores consecuencias. Las hipótesis que examinan los investigadores son diferentes.
No parece que los dos cazadores hayan tenido una pelea con nadie y ni siquiera se puede hablar de la acción de un cazador furtivo, ya que el fenómeno está prácticamente ausente en esta zona. La reconstrucción más confiable es la de una persona envidiosa de la posición favorable del cobertizo, desde la cual pueden Cazar zorzales y arbustos en abundancia..
No creo que entre los cazadores, incluso si hay un poco de envidia por el mejor lugar, uno puede quemar la cabaña de otro cazador.
Creo que una acción tan perversa es solo obra de los habituales anti-cazadores talibanes.
Como cazador, mi total solidaridad con el dueño del cobertizo.