Perros de caza: Cómo organizar el adiestramiento de tu cachorro sabueso: algunas reglas que asocias con el sentido común harán de tu perro un sabueso de cinco estrellas.
La formación es un asunto serio. No se pueden improvisar entrenadores sin ningún fundamento y sin experiencia, aunque el sentido común y los consejos adecuados pueden ayudar mucho al cazador que, con un cachorro prometedor a su disposición, quiera entrenarlo en total autonomía sin gastar una fortuna. Ciertamente no faltan los días para dedicarlos a la formación: i calendarios de caza Para responder a la tendencia negativa que enfrenta la población silvestre en Italia, los días de caza son cada vez más delgados, y muchos de los que se habrían utilizado para divertidas experiencias de caza, pueden convertirse en interesantes días de entrenamiento al aire libre. Se trata de aprovechar el momento adecuado.
Los primeros pasos del sabueso. El primer consejo que merece ser dado es no necesariamente tener prisa. El adiestramiento de un cachorro de sabueso puede comenzar fácilmente después de siete meses: por otro lado, si el animal está en posesión de interesantes habilidades de caza, estas pronto emergerán de forma natural.
El entrenamiento es una forma de ayudarlos a lucirse y poder expresarse. Lo ideal es comenzar la educación en el papel de uno como perro de caza y compañero disciplinado desde el principio. Nunca es demasiado pronto para enseñar el valor de un buen no, para presentarle a tu cachorro la correa y hacer que experimente en la ciudad, en el campo y en viajes en coche. En definitiva, trabajar en aspectos que no son puramente cazadores no es una pérdida de tiempo como algunos creen, es una forma de permitir que el perro se conozca mejor y aprenda más sobre el rol de sabueso que pronto tendrá. para jugar. El cazador, por su parte, tendrá la oportunidad de descubrir muchos aspectos del carácter del perro, un elemento bastante importante para aquellos que han optado por iniciar a su perro en la caza. Por otro lado, el adiestramiento debe configurarse siguiendo cuál es el carácter del perro, sus actitudes y sus puntos débiles. Entrenar a cada perro de la misma manera podría ser una gran pérdida de tiempo. No se preocupe si en el primer encuentro con la naturaleza su perro parece haber olvidado todo: las buenas enseñanzas pronto volverán a la superficie.
Días y lugares adecuados. El cazador que decide entrenar de forma independiente a su propio perro debe poder elegir no solo la ubicación correcta para las salidas, sino también los días adecuados. Es bueno optar por terrenos abiertos y planos, lo que permite una fácil visibilidad entre el perro y el guía. De esta forma el cazador podrá seguir todos los movimientos del cachorro, estudiándolos y sacando las conclusiones oportunas. Los terrenos de repoblación y captura seguramente no serán los idóneos para una buena caza, pero no están nada mal como zonas en las que organizar las primeras salidas. los El perro probablemente tendrá la oportunidad de encontrarse con la naturaleza y actuar en un lugar particularmente seguro y cómodo. Es posible notar inmediatamente si el sabueso nos dará satisfacción o no: el interés por el cebo terrestre, el marcado de la cola, los indicios de combinaciones primitivas son todas señales excelentes. Lo ideal es desatar al perro solo después de asegurarse de que la zona esté libre de otros animales salvajes: si durante el adiestramiento ciervos, jabalíes, corzos o quién sabe qué más es mejor llevarse al perro: si está adiestrando para él seguido por la liebre, vislumbrar a otros salvajes solo podría confundirlo.
Entrenamiento individual. El discurso es más espinoso que otros: ¿es mejor liberar al perro en grupo o cuando está solo? Al menos al principio el consejo según algunos entrenadores es desatar siempre al sabueso solo, o casi. De esta forma tendrás la oportunidad de centrarte exclusivamente en el cachorro y este no se verá llevado a emular el comportamiento de otros perros, lo que no siempre es un factor positivo. Además, es posible que otros lo distraigan, comprometiendo el día de entrenamiento. Seguramente es una forma de entrenamiento que llevará más tiempo, pero según algunas teorías también es mucho más escrupuloso. En cualquier caso, incluso disuelto en parejas, preferiblemente con un sujeto de la misma edad o unos años mayor, podría ser útil. Lo importante es conocer bien al ejemplar “experto”: las cualidades y los defectos pueden, de hecho, heredarse del cachorro que estamos intentando adiestrar. Las salidas en pareja si están bien organizadas pueden resultar muy útiles: descubres cómo se comportará el animal en grupo y comienzas a comprender si le encanta el trabajo en equipo o no.
Días de entrenamiento. Una de las dudas que con mayor frecuencia expresan quienes se involucran en el adiestramiento de su perro está relacionada con la duración de la jornada laboral. En verdad, no hay un tiempo mínimo ni máximo: lo ideal es prolongar el viaje todo el tiempo que creas que será útil. Sin embargo, el consejo es no dejar al perro como para cansarse del día; mejor desconectar cuando el animal todavía está en su máxima concentración. En cambio, prolongar la formación podría resultar contraproducente.
Campos de entrenamiento. Aunque el entrenamiento al aire libre tiene grandes beneficios, los campos de entrenamiento pueden representar entornos seguros, en los que el cazador podrá controlar a su perro, observándolo en cada etapa. Dado que cada campo de entrenamiento tiene sus propias fortalezas y debilidades, recomendamos no acostumbrar a su perro a un solo lugar, sino probar múltiples configuraciones: al cambiar la altitud, la vegetación y la densidad de la naturaleza, el perro podrá acostumbrarse a muchos diversas situaciones mediante el desarrollo de sus completas habilidades de sabueso. También recordamos que tener un sabueso maduro a tu lado requiere tiempo y esfuerzo: es bueno disfrutar del adiestramiento sin prisas, será una grata oportunidad para conocer mejor a tu perro y conocerte mejor a ti mismo. .