palabras de Maffei
El Presidente Nacional Arci Caccia interviene sobre la cuestión de las reformas a la ley 157/92 incluidas en la próxima ley financiera Christian Maffei: “Mucho ruido y pocas nueces”, este es el primer comentario que me viene a la mente. Informamos, algo que nadie ha hecho, que lo previsto en la enmienda, recientemente insertada en la Ley de Finanzas, sigue la modalidad con la que los planes de control se llevan a cabo aún hoy en muchas Regiones italianas. Ya hoy, con la opinión favorable de ISPRA, los planes de control, contención, etc., están activos durante todo el año y en casi todas partes, en pleno cumplimiento de la legislación vigente. Se podría hacer una larga lista de intervenciones de contención de jabalíes realizadas en zonas habitadas, que supusieron el cierre de vías, la información a los vecinos y todas las medidas necesarias para intervenir con seguridad.
Hombres y medios necesarios
Además, denunciados regularmente por la prensa y cuestionados por los ambientalistas, existen innumerables planes de control, sobre diversas especies, autorizados por áreas protegidas de todos los niveles. En cuanto al hecho de que los cazadores participen en estas operaciones, cabe señalar que solo participan aquellos que han asistido a un curso y aprobado un examen de dificultad absoluta ante una comisión pública. Y también hay que recordar que estas intervenciones nada tienen que ver con la caza, sino que son ejemplos de trabajo voluntario de utilidad pública en el que intervienen los cazadores porque ningún órgano del Estado dispone de los hombres y medios necesarios. También sentí que sería mejor atrapar animales o disparar selectivamente. Aquí también les informamos que un plan de control, precisamente por ser un plan, puede y debe prever también la captura y el fusilamiento selectivo, pero sin hipocresía.
La verdad de los hechos
Debe quedar claro que ambas prácticas acaban por ley en la matanza de animales, especialmente de jabalíes, dado que es imposible encontrar zonas en las que soltar animales que ya abundan y que generan enormes perjuicios a la agricultura, otros especies y patrimonio forestal en todo el país. Hechas estas debidas consideraciones, para llevar el debate de vuelta a la verdad de los hechos, sólo nos queda preguntarnos: ¿a quién beneficia elevar el tono de confrontación en la sociedad sobre estos temas? ¿Cuáles son los verdaderos lobbies que creen que pueden ganar con este clima de tensión? Con el tiempo lo sabremos, pero ya tenemos algunas certezas, seguramente los cazadores no saldrán beneficiados, explotados de esta manera, como los pobres jabalíes.