Una luz al final del túnel
Hay una luz al final del túnel. Mientras continuamos luchando para contener los brotes de peste porcina africana, la Peste porcina africana, parece que pronto estará disponible finalmente una vacuna que solucionará este terrible problema de una vez por todas. Esta enfermedad viral, mortal para los cerdos pero inofensiva para los humanos, es una enorme amenaza que preocupa a los ganaderos, porque se propaga fácilmente entre los animales y provoca la atroz muerte de los cerdos apenas cuatro días después de la infección. El virus es extraordinariamente resistente y puede sobrevivir durante meses en el suelo de las pocilgas, en la carne de cerdo o en la ropa de las personas. En algunas partes de África y Europa, los jabalíes, los jabalíes, los cerdos y las garrapatas también han contribuido a la propagación del virus, creando un reservorio natural difícil de controlar. Como si eso no fuera suficiente, el virus es extremadamente eficaz para evadir el sistema inmunológico del huésped, lo que dificulta bastante la creación de una vacuna.
Estrictas medidas de bioseguridad
Por este motivo, hasta ahora nunca ha estado disponible una vacuna eficaz contra la peste porcina africana. Actualmente, la única forma de controlar su propagación es mediante rigurosas medidas de bioseguridad, como el rápido sacrificio de todo el ganado, con daños económicos incalculables para los agricultores afectados. De hecho, la pérdida de todos los cerdos puede tener consecuencias catastróficas, como el cierre permanente de granjas y la desaparición de cadenas de producción enteras. Ahora, investigadores del Instituto Internacional de Investigación Ganadera (ILRI) han dado una noticia emocionante, que puede representar un hito en este campo: la primera vacuna contra la peste porcina africana pronto será una realidad. “Tenemos una vacuna experimental que muestra una eficacia del 100% en ensayos controlados, con un perfil de seguridad muy favorable”, afirma Lucilla Steinaa, científica del ILRI, que lidera la investigación sobre esta nueva vacuna potencial.
Toma el virus y debilítalo.
La teoría principal detrás de la fabricación de una vacuna viva atenuada eficaz contra la peste porcina africana es tomar el virus y debilitarlo, convirtiéndolo en una forma que sea inofensiva para los cerdos. Como explica el científico del ILRI Hussein Abkallo: “Cuando el cerdo está infectado, su sistema inmunológico responde para ralentizar la replicación del virus. Pero el virus es inteligente, ya que demuestra cierto nivel de adaptabilidad. Tiene genes que le ayudan a evadir el sistema inmunológico del huésped. Al identificar y eliminar estos genes particulares del virus, se puede contrarrestar eficazmente su capacidad de progresar dentro del huésped y causar enfermedades”. Sin embargo, el virus de la peste porcina africana tiene alrededor de 160 genes y la función de cada uno y cómo interactúan entre sí es extremadamente compleja y, a menudo, aún no está clara. “Cuando se elimina un gen, no se sabe exactamente qué pasará con el virus. No se puede predecir”, afirma Steinaa: “Y descubrirlo requiere pruebas costosas y que requieren mucho tiempo en cerdos vivos. Calcular la dosis de la vacuna también es otro desafío”.
Seis años de esfuerzo
Pero Steinaa vio el potencial de una tecnología ganadora del Premio Nobel, la edición del genoma CRISPR/Cas9, para generar vacunas vivas atenuadas contra la peste porcina africana y otros patógenos, que parece abordar desafíos del pasado. Gracias a una subvención del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC), cofinanciada por la Fundación Bill y Melinda Gates, fue posible desarrollar este enfoque innovador de ILRI, es decir, un método de edición del genoma mucho más preciso que los métodos anteriores. Con este nuevo enfoque, es esencialmente posible localizar rápidamente cualquier área específica de un genoma y reemplazar estas secciones con la precisión de un bisturí molecular, apuntando inmediatamente a genes conocidos en el genoma de la PPA para una rápida eliminación. Después de seis años, sus esfuerzos han dado resultado. "Hemos demostrado que con CRISPR/Cas9, en dos meses es posible generar múltiples vacunas experimentales en paralelo", afirma Abkallo. Después de probar con éxito la vacuna experimental en animales vivos durante cuatro semanas, los científicos del ILRI ahora están buscando socios del sector privado para ampliar las pruebas a una fase de desarrollo, que requerirá una producción estandarizada de la vacuna.
Otras áreas de investigación
Según los científicos, este método tiene un gran potencial para aplicarse también a otras áreas de investigación. “La edición del genoma también se puede utilizar para hacer que la cría de animales sea más precisa y eficiente”, enfatiza Steinaa con entusiasmo: “Se trata de una tecnología que en el futuro podrá usarse para generar vacunas vivas atenuadas contra una gran variedad de patógenos, facilitando la mejora de resistencia genética contra las enfermedades" (fuente: Assosuini).