El cartucho consta de una carcasa, denominada vaina del cartucho, una vez construido en cartón o metal, hoy casi exclusivamente en plástico.
En su interior alberga la pólvora, un dispositivo de encendido y una bala o, en el caso de disparo, varias balas. Inicialmente los fusiles se cargaban desde la boca con una serie de maniobras que limitaban su funcionalidad. De hecho, un poco de humedad o un soplo de viento fue suficiente para inutilizar la chispa que debería haber encendido el polvo.
El descubrimiento de la fulminato de mercurio superó el inconveniente: el compuesto químico estaba cerrado en una carcasa colocada sobre un pasador hueco y en comunicación con la carga.
En 1836, el alemán Nicholas Dreyse fabricó un rifle de retrocarga que combinaba pólvora y cebador. Pero el verdadero éxito lo obtuvo Lefaucheux, inventor, en 1850, de ese sistema que aún hoy lleva su nombre.
El fulminante se colocó dentro del cartucho y un "perno" que funcionaba como percutor, cuando fue golpeado por el perro, encendió la cápsula y luego hizo explotar la pólvora. Los cartuchos, sin embargo, tenían algunos inconvenientes, incluido que podían explotar al caer. Diez años después, el armero inglés Lancaster colocó el percutor en el receptor y luego lo sacó del cartucho y el fulminante quedó atascado en el centro del fondo de caja. Había comenzado el nacimiento del rifle moderno.
Los primeros cartuchos se construyeron con seis capas de papel enrollado y encolado Actualmente se utiliza plástico pero hay un retorno al cartón precisamente porque se elimina fácilmente. Sin embargo, se abre paso en el cazador, y algunas leyes regionales lo requieren, no arrojar los proyectiles disparados, sino conservarlos hasta el final del día de caza.
Un lado del cartucho está cerrado por un caso de vuelta que generalmente está hecho de metal y hace que el cartucho sea más sólido. En casos particularmente valiosos en la parte inferior hay un revestimiento de aluminio que evita la compresión del polvo. El fondo interno se llama notch o buscione (del francés bouchon, cap) y puede ser cónico, semicónico o plano cuando los polvos son voluminosos.
En el centro del fondo hay un orificio que alberga el dispositivo de encendido también llamado cebador o cápsula que contiene una sustancia que se incendia si se aplasta En el interior del tapón hay un yunque que actúa como percutor Los cebadores son de tres tipos: a doble fuerza y común, cubierto o descubierto.
Los polvos se dividen en dos categorías: de doble base, es decir, nitrocelulosa gelatinizada con nitroglicerina y nitrocelulosa. Sin embargo, según la forma, se pueden laminar, estirar o granular. Según las características balísticas, se dividen en vivaces, semiprogresivos, progresivos y superprogresivos. Por último, hay polvos densos, semidensos y voluminosos.