Sabueso y jabalí: La importancia del encuentro entre sabueso y El jabalí, especialmente en la fase de entrenamiento, a menudo se subestima. Una verdadera lástima ya que empezar con el pie derecho siempre recompensa. Aquí hay algunas reglas que no debe olvidar.
Ya lo hemos señalado en otra parte: para un cachorro de sabueso, el primer gran resultado es familiarizarse con el concepto de obediencia. Cuando esto se asimile, será posible comenzar con el entrenamiento real, el del jabalí. En este punto el cachorro tendrá que dar lo mejor de sí mismo, aunque al principio todo será cuestión de instinto. De hecho, todos sus potenciales cazadores ya están presentes en su trasfondo genético, todo radica en poder sacarlos de la mejor manera. Por mucho que se diga lo contrario, los primeros días de entrenamiento son bastante importantes. Por tanto, es fundamental prestarle al perro la atención que se merece: cualquier error puede ser difícil de recuperar. Dicho esto, veamos cómo organizar el primer encuentro entre sabueso y salvaje.
Hay al menos tres reglas a seguir:
• salvaje sumisa. Es muy importante que el jabalí esté acostumbrado a la presencia de sabuesos, que sea sumiso e inofensivo para garantizar la seguridad de nuestro perrito. Hasta la fecha ciertamente no hay escasez de vallas que ponen a disposición. verracos de este tipo, excelente para las primeras etapas del entrenamiento. En el caso de que el cachorro sea particularmente fogoso, es importante que lo mantenga con correa, quizás con un cable bastante largo pero aún atado, ya que las reacciones del perro pueden ser repentinas e inesperadas. Sin embargo, siempre se recomienda la correa. Luego de la fuga del jabalí y el probable seguimiento del perro, será importante que se apriete la correa para que el cachorro pueda ladrar sin moverse sobre lo que un día será la presa, hoy solo el objeto de sus deseos lúdicos. Si tiene un espécimen de cinco estrellas en sus manos, probablemente después de una serie de intentos de sacudidas para liberarse y correr hacia el jabalí, el sabueso dejará de tomar una posición y ladrar por primera vez. Ni que decir tiene que el buen entrenador deberá fomentar el comportamiento con caricias y cumplidos;
• respeto por la naturaleza. Es importante desarrollar este talento de forma inmediata y obviamente el formador jugará un papel fundamental. Cuando el cachorro ladra con firmeza sobre el jabalí, no hay que agitarlo nunca, sino siempre tranquilizarlo. Una actitud violenta e impetuosa en el futuro, fuera del campo de entrenamiento, podría resultar bastante peligrosa, si no mortal, para los sabueso;
• nunca satisfaga completamente el instinto. Es importante que cualquier sesión de trabajo nunca termine con una satisfacción total de los instintos del perro. Para comprender mejor, la lección debe cerrarse cuando el animal aún quiere expresarse. El entrenamiento nunca debe convertirse en un juego, ni en un estrés: todo esto sin duda sería contraproducente.
Dando voz al pasado. Esta es una fase realmente importante que se puede probar desde los primeros encuentros con la naturaleza. Una vez que el sabueso haya socializado con el jabalí durante los encuentros anteriores se podrá comprobar la capacidad de dar voz al pase. En primer lugar, tendrás que tener dos perros contigo: el cachorro y un veterano. Para empezar, será recomendable desatar al perro con más experiencia y solo cuando el jabalí se haya escondido en la espesura del bosque para atar al veterano y desatar al cachorro aprendiz.
Será fácil de entender si existe en sí la propensión a escagnar el aust: en ese caso las vocalizaciones serán espontáneas y el descubrimiento, con probabilidad, no será largo. Habiendo dicho eso, todo lo que queda es ponerte a prueba con tu propio perro.