Caza del jabalí: Se trata de una cacería técnica, que requiere un excelente conocimiento del territorio pero también y sobre todo de la naturaleza del jabalí. Solo así podrá dar satisfacción.
Quienes conocen la naturaleza del jabalí lo saben muy bien: este jabalí entre los más inteligentes que la madre naturaleza ha introducido en nuestro territorio hace una clara división entre las zonas que frecuenta para alimentarse y las zonas que en cambio le dan cobijo durante la noche. Estos últimos son ciertamente más circunscritos, difíciles de alcanzar y de cruzar, tanto que desaniman a cualquier depredador excepto a los humanos.
La naturaleza del jabalí también quiere que, una vez asustado, ya sea por un incendio, o por la presencia del hombre, este abandone inmediatamente el territorio que le da hospitalidad para dirigirse con cierta rapidez a un punto de remesas no muy lejano siguiendo el camino. más seguro y más rápido. Los cazadores lo saben bastante bien, y los más astutos han decidido aprovechar este rasgo de comportamiento del jabalí a su favor, creando un tipo de caza bastante complicado, comúnmente llamado “Girata”.
La técnica de caza, al menos en papel no es demasiado complicado ya que para conseguirlo bastará con gestionar al menos tres puntos fundamentales:
• encontrar el lugar de envío del verracos usando un perro especializado;
• ser capaz de posicionar a los cazadores a lo largo del camino por el que viajarán los jabalíes que escapan para llegar al nuevo lugar de almacenamiento;
• Ser capaz de asustar a los jabalíes obligándolos a abandonar el galpón principal en favor del secundario. En ese caso, todo el grupo escapará en masa.
El punto de envío. Localizarlo no es nada sencillo y un hombre solo no podría hacerlo. Es necesario tener un Perro de cinco estrellas que realiza la función que en jerga se llama limiere. Las características que debe poseer el perro son distintas:
• coraje;
• capacidad de permanecer en silencio en la pista;
• ser capaz de permanecer inmune al cambio, es decir, no perderse siguiendo las pistas de ningún otro juego.
Si bien las dos primeras características son innatas en el animal, a menudo dictadas por la raza a la que pertenece, en cuanto al tercer rasgo, las cosas cambian: el perro inmune al cambio es un perro. bien entrenado porque esta es una característica que se aprende con constancia y entrenamiento.
El adiestramiento es ante todo un rasgo que hay que tener muy en cuenta: en general el consejo es especializar al perro en el jabalí utilizando inicialmente una pista artificial para que el sabueso muy joven entienda que no es bienvenido interesarse por otros animales salvajes. Si tienes la constancia de hacerlo funcionar desde muy joven para inmunizarlo inicialmente con trazas artificiales y luego, una vez alcanzada la madurez, entrenándolo sobre trazas naturales, se obtendrán excelentes resultados. Sin embargo, es bueno elegir la incursión más adecuada para la tarea y nunca permitir que el perro persiga libremente a un jabalí.
Las oficinas de correos, como elegirlas. Ya lo hemos dicho, a la hora de dar vuelta los puestos son bastante regulares y deben disponerse longitudinalmente para que puedan seguir la única vía de escape que seguirán los jabalíes. La ruta de escape es comúnmente la más corta y segura, bien conocida por los animales que la recorren sin esfuerzo. Una de las reglas a seguir es la del primer poste colocado al menos a 150 metros del primer refugio: los jabalíes nunca deben sospechar un posible peligro fuera del galpón, en cuyo caso lo harían por la parte trasera delantera. En este sentido, la atención nunca es suficiente: dado que el jabalí teme al hombre como la peste, es bueno que esto no se manifieste. También es importante recordar que, además de la vista, el jabalí también puede utilizar otro sentido del olfato bien desarrollado. Por eso el consejo es posicionarse siempre contra el viento, siempre que desee obtener buenos resultados.
El perro de la limiere. El auxiliar utilizado en este tipo de caza es siempre uno solo, bien preparado como se mencionó, y capaz de apoyar activamente al cazador. Su función principal no será asustar al jabalí sino indicarle al cazador los puntos de envío (principal y secundario) con precisión matemática. Por tanto, es importante recordar que el perro limiere nunca será sometido a ninguna carga por jabalíes: estos perturbados, siempre que no se sientan rodeados, huirán lo antes posible hacia la nueva zona de remesas.
El cazador. Dado que las áreas de envío elegidas por los jabalíes no son lo que se dice que son fáciles y cómodas, la ropa del cazador tendrá que adaptarse a la situación. Será necesario llevar ropa resistente al desgarro, refuerzos en rodillas y codos, no pocas veces será necesario el uso de guantes de cuero y casco. La caza de jabalíes no es un juego de niños.
El tiro perfecto. El disparo no debe ser aleatorio en ningún caso: no bastará con disparar al jabalí con la esperanza de tener suerte. La preparación técnica en esta etapa es fundamental. Siempre que tenga el arma adecuada (un expreso con cañones yuxtapuestos o superpuestos) es importante recordar que la parte anatómica a golpear es el centro de la caja torácica. Por eso es fundamental que el animal ofrezca su costado, y que esté posicionado como una postal o una bandera según lo que se suele decir en la jerga cinegética. También es importante que el cazador pueda realizar un tiro selectivo, por razones puramente administrativas. El consejo que se suele dar es matar primero a los rojos y solo después a las hembras adultas. Solo así los supervivientes rojos del turno podrían reunirse con la hembra facilitando, posteriormente, su rastreo. Se trata de pequeñas atenciones bastante importantes que solo pueden ser observadas por cazadores profesionales, con técnica y experiencia.
La presa: como tratarla. Siempre que desee consumir la carne, siempre es bueno recordar que el jabalí muerto debe manipularse con cuidado. Aquí hay algunas reglas de higiene que siempre son válidas:
• el disparo debe estar bien dirigido a la zona torácica;
• es bueno realizar la evisceración del animal rápidamente;
• no arrastre al animal por el suelo el mayor tiempo posible;
• evitar amontonar los jabalíes capturados;
• Someta siempre a la presa a un examen triquinoscópico.
Habiendo dicho eso, todo lo que queda es probar suerte en esta forma aventurera de caza de jabalíes.