La importancia de los bosques
Es probable que la mayoría de los italianos no perciban la extraordinaria riqueza de nuestro país en términos forestales. De hecho, sin duda debemos considerarnos una "nación forestal" dado que los bosques cubren el 43% del territorio italiano (frente al 41,5% de las superficies agrícolas) y, sobre todo, que se trata de superficies en continuo aumento, que se han más que duplicado desde la Segunda Guerra Mundial. hoy y que han alcanzado niveles de extensión comparables a los presentes hace siglos en Italia y por lo tanto mucho antes de la era industrial. Las áreas boscosas se extienden por las regiones italianas, variadas y heterogéneas en su composición en función de las diferencias climáticas y estacionales y, sobre todo, moldeadas por la actividad antrópica y donde todavía representan un elemento de alta importancia económica y social en muchas realidades territoriales.
Un hábitat fundamental
Bosques que son claramente un hábitat fundamental para muchas especies de flora y fauna, con una alta biodiversidad y con una compleja red de equilibrios ecosistémicos capaces de brindar servicios esenciales para la existencia humana como la mitigación del cambio climático, la captura y almacenamiento de CO2, la regulación del agua de lluvia y cursos de agua, protección de suelos y taludes y muchos otros. A pesar de ello, la situación de nuestros bosques no es halagüeña ya que falta básicamente una gestión generalizada y activa de estas preciadas superficies encaminada no sólo a su conservación, sino también a un uso equilibrado y compatible del recurso madera. También existe el peligro de que el hombre abandone muchas áreas marginales de nuestro territorio agroforestal, lo que puede conducir a una mayor degradación por falta de manejo y supervisión del territorio (con el consiguiente aumento del riesgo de incendios y/o inestabilidad). . El mundo cinegético está claramente implicado e interesado en los aspectos de conservación y puesta en valor del patrimonio forestal nacional como hábitat de fuerte interés ambiental. En particular, cabe mencionar el fuerte incremento de la fauna ungulada que se ha registrado en el último medio siglo debido al consiguiente aumento de las zonas boscosas a nivel nacional. Un aspecto positivo, pero que claramente requiere cada vez más valoraciones de gestión conjunta entre silvicultores y cazadores para conseguir un equilibrio poblacional que no impacte en exceso en la existencia del propio bosque y su biodiversidad.
La Estrategia Forestal Nacional
De particular interés es también el aspecto de la conservación de inclusiones forestales y áreas abiertas o marginales para evitar la forestación excesiva. Debido a la riqueza de la biodiversidad y sobre todo al aumento de los hábitats faunísticos, es necesario mantener y gestionar la conservación de los microambientes abiertos en el bosque y, por tanto, evitar la forestación excesiva, especialmente a expensas de preciosos espacios naturales como como prados y humedales. También debe prestarse especial atención a la evaluación de las actividades silvícolas y de las intervenciones humanas en general sobre nuestros bosques. De hecho, se deben privilegiar y ponderar las intervenciones que ayuden a incrementar el potencial faunístico de un área forestal o al menos que no alteren los hábitats de especies de vida silvestre vulnerables y más valiosas. Todas estas atenciones que ya están contempladas en la reciente programación de la Estrategia Nacional Forestal, que esperamos sea aplicada también a nivel local, pero sobre todo que pueda iniciar una efectiva participación institucional de los cazadores en la protección de este preciado patrimonio. (Oficina de prensa de la Federación Italiana de Caza)