Puede parecer una paradoja: por un lado, los agricultores exigen que se maten más alces, por otro lado, los cazadores se niegan a tomar sus rifles. La temporada de caza de alces, que comienza oficialmente el 12 de octubre, está dividiendo la suecos. Porque la caza de alces es un asunto serio aquí, un momento importante que marca el calendario de todo sueco. Una especie de Nochevieja, ya que las escuelas y oficinas están cerradas para permitir que ocurran las bromas.
Las razones de los agricultores son evidentes: en los últimos años, la población de ungulados ha aumentado drásticamente y los cultivos ya no son seguros. Por otro lado, los cazadores, que después de haber hecho aumentar el número de alces, no pretenden matar más animales de los esperados, temiendo que el colapso de los individuos lleve a un cese de la caza tradicional en los próximos años, como ya se ha hecho. arriesgado hace mucho tiempo.
Los ejemplares adultos, que alcanzan los dos metros de altura y pesan hasta 850 kg, pueden comer hasta 200 kilos de agujas de pino al día. Un gran daño a la economía sueca, que convierte en uno de sus factores de exportación más importantes precisamente el comercio de coníferas.
Suecia es el país con mayor densidad de alce en el mundo: aquí los bosques albergan poblaciones tres veces más numerosas que en Canadá y diez veces más que en Rusia. Durante la temporada de caza, en unas pocas semanas, mueren unos 10 alces. Una cifra importante, si tenemos en cuenta que el número total de animales en Suecia ronda los 90 mil. Por esta razón, según los cazadores, matar más animales de los necesarios, si podemos decirlo, sería una seria amenaza para la supervivencia de estos animales.
Menos de dos semanas después de la apertura de la temporada de caza, el debate en Suecia está destinado a volverse aún más acalorado, con los agricultores acusando al lobby de los cazadores de ser una mafia y estos últimos señalando cómo los agricultores en esta circunstancia carecen de sentido común. . La disputa sigue abierta y no se sabe si se otorgará un aumento en el número de animales a matar. Ciertamente, en el enfrentamiento entre campesinos y cazadores, los que saldrán derrotados en cualquier caso serán los alces como de costumbre.
Fuente www.rivistanatura.com