Acabamos de escuchar la noticia delotro acto más de caza furtiva consumido en detrimento de un espécimen de fauna protegida. Una vez más parece, pero nos gustaría saber más y mejor, que la causa fue una escopeta. Deseando profundizar en las noticias y tener mayores hallazgos de necropsia por parte de las autoridades, sin embargo, estamos desconcertados e indignados. No es posible que pocos días después de la matanza ilegal de un alimoche debamos lamentar la pérdida de un raro águila perdicera, víctima de un acto imprudente y aparentemente irracional.
Pero hay que encontrar una razón y no podemos pensar que esta enésima infracción sea fruto del azar. Por lo tanto, se cerró la caza el día del tiroteo. no pudo haber sido un "error" de un cazador, también porque es un juego imposible de confundir con una especie de caza. Por lo tanto, nos enfrentamos a un acto deliberado de caza furtiva, muy probablemente dictado por el interés. En el mercado de coleccionistas, un espécimen de rapaz, especialmente si es raro, puede valer una gran suma. Por lo tanto, es fácil pensar que podría ser precisamente esto, incluso si el cazador furtivo no pudo recuperar su presa, ya sea al ver el collar de radio o porque, molesto, prefirió dejarlo allí. WWF pide un grupo de trabajo contra la caza furtiva. Bueno. Nosotros también estamos de acuerdo.
De hecho, como cazadores honestos y respetuosos de las reglas ofrecemos la máxima cooperación y pedimos participar. Pero debe ser una cosa seria y dirigida, no una operación de fachada que se resuelve revisando al mismo cazador en regla tres veces por la mañana sin afectar el lugar donde se perpetraron los crímenes. La posición de Federcaccia, que se sienta en la mesa nacional contra la caza furtiva deseada por el Ministerio, siempre ha sido así.: enfoque en emergencias de conservación. El país no tiene fondos ilimitados y muchas veces ni siquiera logra garantizar la seguridad pública en las ciudades, es imposible pensar que tiene fondos y fuerzas para controlar todo el territorio y proteger desde el pinzón perdicera hasta el águila.
En este momento necesitamos concentrar recursos para evitar mayores riesgos. Cerrar la actividad cinegética sería inútil porque los cazadores furtivos -y este último caso lo prueba- no tienen calendario ni reloj. Y en muchos casos ni siquiera una licencia de caza. Y si fueran los únicos que andan por el campo les resultaría aún más fácil. Que Sicilia es un lugar de acciones ilegales de recolectores de huevos y se han establecido ejemplares de aves rapaces vivas y muertas durante muchos años. Por tanto, la lucha contra la caza furtiva debe realizarse en aquellos lugares y áreas donde la presencia del Estado debe ser más incisiva. Solo así finalmente podremos aniquilar una plaga que nos perjudica por actos que no hemos realizado y que nos disgustan.