La respuesta a la LIPU
Parafraseando un viejo dicho, es apropiado decir que el Bandera pierde el pelo pero no el vicio. Un vicio que ahora, con el paso de los años, se ha vuelto rancio y hasta aburrido, con comunicados de prensa henchidos de pomposidad, sentencias finales, afirmaciones y visiones completamente falsas y fuera de toda lógica científica y jurídica. El último comunicado de prensa de esta autodenominada asociación ecologista enumera una serie de "regalos" que las Regiones habrían hecho a los cazadores italianos desafiando las directivas comunitarias y las indicaciones de Ispra. Sin andarnos por las ramas, queremos responder punto por punto a las observaciones engañosas, inexactas y engañosas de Lipu. Según la reciente revisión de las Claves, las fechas de cierre de algunas especies, como los zorzales, las becadas y algunos patos, sitúan a Italia, y subrayamos sólo a Italia, en la extraña posición de tener, para las citadas aves, del 20 al 30 días antes que en todos los demás Estados miembros.
Un caso singular
Tanto es así que la Comisión Europea ha definido a nuestro país como una singularidad en el panorama europeo. Esto solo dejaría en claro qué anomalía científica dañina nuestro país se ve obligado a sufrir. Lipu, como siempre ocurre, omite algunos detalles legales que la normativa europea e italiana permiten para la elaboración de calendarios de caza: desde la directiva 79/409 de 1979 hay apartados 2.7.3 y 2.7.10 que permiten, donde se acompañan estudios científicos, para aumentar los tiempos de caza de la especie, lo que se ha reafirmado, entre otras cosas, en las recientes sentencias de los Tribunales Administrativos Regionales de Toscana y Umbría. Además, incluso si Lipu pretende ignorarlo, siempre existe la década superpuesta que permite a una Región aumentar los tiempos de caza en diez días. Finalmente, Lipu también omite decir que en el comité "NADEG" (Expert Group On The Birds And Habitats Directives) donde se actualizaron los Conceptos Clave, nuestro país fue objeto de profundas observaciones y duras críticas por parte de los países de la cuenca mediterránea ( y no sólo de ellos), por la enorme discrepancia de los períodos de migración prenupcial y por la metodología utilizada por Ispra que era diferente a la solicitada por el propio Comité.
planes de manejo
Llegamos entonces a la siempre verde historia de las 17 especies en mal estado de conservación. Cabe recordar que la famosa redacción SPEC, tan querida y tan útil para Lipu, que clasifica a las aves en función de su escala de estado de conservación, no es tomada como referencia por la Comisión Europea, que en cambio confía en la UICN que, a través de estudios y monitorea a nivel mundial, actualiza constantemente la situación de cada especie. Por último, y con la despreocupación habitual, Lipu también omite decir que se prevén planes especiales de gestión para especies en dificultad, como las ya activas para la alondra y la perdiz y que, que sepamos, el actual Gobierno finalmente está preparando. también para porrón y avefría (fuente: Libera Caccia).