Quizás cansado de dormir bajo las estrellas, un jabalí de enormes proporciones ha invadido y literalmente ocupado las instalaciones del centro juvenil. El incidente ocurrió la noche del 28 de mayo pasado, en Abbadia San Salvatore. Poco después de las tres de la madrugada unos jóvenes que caminaban por la vía Mentana notaron el gran animal en la plaza frente a la antigua escuela secundaria que, en parte, ahora se utiliza como centro juvenil. Después de haber tirado un cubo de basura al suelo para comer algo, entró, gracias a que la puerta de entrada del local no estaba bien cerrada, dentro del centro. Lo bonito es que el jabalí ha cerrado, y la ha cerrado muy bien, la puerta. Los muchachos llamaron a los carabineros que intervinieron en el acto. Pero, como se mencionó, la puerta de acceso al centro estaba estrictamente cerrada.
Por ello, los custodios municipales, la policía de tránsito, los guardias de caza fueron llamados para iniciar la difícil operación de "desalojo" del jabalí. Una intervención complicada dado que el "invasor" era bastante grande, más de un quintal de peso. Grande pero no agresivo, ¡obviamente si se deja solo! Entonces, ¿cómo lo sacas? Algunos de los hombres que asistieron fueron a las habitaciones sobre el centro juvenil y desde allí empezaron a hacer ruidos fuertes. Lentamente, el ungulado entró por la puerta de salida. Y aquí había un telón de verdad que, dada la hora (poco después de las cuatro de la madrugada de ayer), pocos pudieron ver. De hecho, se ha formado una especie de pequeña procesión. La bestia, en busca de comida, se llevó a Viale Roma seguida por el gran cuerpo de guardia que intentó empujarlo hacia la zona donde se encuentra el bosque.
Al llegar frente al monumento, el jabalí dobló a la derecha tomando primero por Galliano, luego por Adua, donde, al final, encontró el bosque por donde entró y donde espera (pero con poca convicción) que se quede allí. Durante días, de hecho, el mismo ungulado se había visto en la plaza de los hermanos Cervi, por las calles del pueblo. Un fenómeno, el de incursiones similares, que se repite cada vez con mayor frecuencia también por el hecho de que este año no se llevó a cabo ninguna matanza.
Jabalíes cerca de las casas de los civiles, en los jardines, pero, hasta ahora, nadie había entrado por las cuatro paredes, encerrándose detrás de la puerta principal. El centro juvenil, donde el jabalí defecaba en abundancia, evidentemente estaba desinfestado. No solo por los excrementos sino también por las posibles garrapatas u otros animales que tal bestia pueda tener sobre él.
31 2014 mayo
Fuente: LaNazione - Siena