caza y Medio Ambiente. Día mundial de humedales establecido en 2003 con motivo del Año Mundial del Agua anunciado por las Naciones Unidas. La fecha elegida es la de la firma de la Convención de Ramsar, que tuvo lugar el 2 de febrero de 1971 en la ciudad iraní del mismo nombre, que sancionó la protección, a nivel mundial, de estos hábitats.
El tema de la Convención es la gran variedad de humedales, que incluyen: áreas pantanosas, pantanos, turberas o áreas de agua natural o artificial, permanentes o transitorias, con agua estancada o corriente, dulce, salobre o salada, incluidas las áreas de agua de mar.
También se incluyen las áreas ribereñas, fluviales o marinas, colindantes con los humedales, las islas así como las extensiones de agua de mar en el caso de que la profundidad, cuando haya marea baja, no supere los seis metros o si las mismas se encuentran dentro de límites de los humedales y son de importancia para las poblaciones de aves acuáticas del sitio.
Los humedales juegan un papel ecológico importante en la regulación del régimen hídrico y como hábitat para la flora y la fauna; son los ecosistemas con mayor biodiversidad de la Tierra. Existe una estrecha relación entre los humedales y la calidad de vida. Por ejemplo, los últimos sitios incluidos en la Convención de Ramsar se encuentran en Zimbabwe y son de particular importancia para la protección biológica y del agua de ese país. De hecho, durante el Riesgo Global del Foro Económico Mundial 2016, la crisis del agua fue señalada como uno de los tres principales factores de riesgo planetario.
Como cazadores, la protección del agua en general y de los humedales en particular debe encontrarnos particularmente presentes e interesados. Sin estos entornos y la fauna relacionada, muchos entusiastas de la caza, formas y tradiciones ya no podrían existir.
De particular importancia en la pérdida continua de tierras agrícolas y hábitats naturales es la restauración ambiental debido a las actividades de caza. Incluso si el objetivo final es la recolección, de hecho, la creación de miles de micrositios compuestos por tallos fijos, granjas de vida silvestre y, sobre todo, por los diversos ATC, son un baluarte para la estandarización y homologación agrícolas y para el consumo de tierras para civiles. y zona industrial de vastas áreas que posibilitan la presencia de especies animales y vegetales que de otro modo estarían destinadas a un declive imparable.
El manejo de los humedales naturales es fundamental ya que requieren un mantenimiento y cuidado continuo para evitar tanto fenómenos naturales como la eutrofización, sequía o deterioro de la vegetación, como no naturales como la contaminación, la extracción irracional de los recursos hídricos y la remediación continua e injustificada.
Por último, pero no menos importante, el desarrollo de técnicas nuevas y menos impactantes, como el uso de inyecciones no tóxicas en lugar de plomo o la obligación de mantener el nivel del agua y el medio ambiente durante toda la temporada, merece atención. La conciencia de los cazadores sobre la utilidad de estos hábitats es fundamental para protegerlos y controlarlos de forma sistemática.
(12 de febrero de 2016)
Extensión de PMA