Caza en Marruecos: Marruecos ofrece muchas posibilidades de caza: jabalí, perdiz, tórtola, codorniz, alondra y tordo. La poca burocracia, la naturaleza incontaminada y los grandes espacios son la tarjeta de visita para quien quiera realizar un viaje de caza, en uno de los países árabes más hospitalarios del mundo.
En la televisión, en los periódicos, en la radio y en Internet encontramos a diario decenas de reportajes sobre el mundo árabe, siempre a menudo sobre aspectos de carácter geopolítico.
Poco se habla, sin embargo, de las posibilidades que ofrece este último desde el punto de vista de la caza. Con este artículo queremos abrir una ventana a un país muy popular por sus bellezas artísticas y más: Marruecos.
Este país que domina tanto el Mediterráneo como el Atlántico, en relación a la caza, ofrece muchas posibilidades: va desde la caza del jabalí hasta la caza de alondras, de la caza de perdiz a la caza de tordos, de la caza de codornices a la caza de tórtola, pasando por la caza de agachadiza. Se puede decir que, hasta cierto punto, Marruecos está casi completo para las especies de caza. La naturaleza virgen, trescientos días de sol al año, conexiones aéreas rápidas y frecuentes hacen de Marruecos el destino ideal para un viaje de caza. Marruecos está a solo unas horas de Italia en avión, pero los lugares parecen suspendidos en el pasado y te permiten hacer una especie de viaje en el tiempo. Pocos países en el mundo ofrecen tanta variedad de personas, paisajes y entornos. Mar, nieve del Atlas y arena del desierto son los elementos naturales que componen el entorno natural de Marruecos, que resulta muy sugerente.
Aquí podrás conocer bereberes y árabes, hombres claros de ojos azules y oscuros con cabello encrespado, casas de tierra y paja, edificios de piedra, tiendas de nómadas habitadas por gente feliz de ofrecer un té de menta y siempre sonriendo. Vemos campesinos arando con herramientas antiguas y para nosotros obsoletas y para las que el único medio de transporte es la mula. Marruecos es también un mosaico de colores: el cielo es siempre el protagonista del paisaje tanto de día como de noche. No es de extrañar que artistas como Matisse y Delacroix hayan inmortalizado el cielo marroquí en sus pinturas.
La actividad cinegética ha sufrido, en los últimos años, un verdadero motor impulsor desde el Ministerio de Agricultura y Turismo, que ha puesto en marcha una serie de programas para incrementar el turismo cinegético mediante una serie de excepciones al calendario y reservando más de un millón y medio. hectáreas para cazar.
Las fortalezas del turismo cinegético en Marruecos se pueden resumir de la siguiente manera: solo caza natural, modesta presión cinegética, baja densidad de población, condiciones climáticas siempre favorables, hábitat incontaminado, grandes áreas reservadas para la caza turística, hospitalidad y finalmente poca burocracia. Todo ello convierte a Marruecos en un destino casi obligado para quienes practican el turismo cinegético en el extranjero.
Veamos en concreto las formas de caza en Marruecos.
La caza del jabalí es practicable durante seis meses al año, desde octubre hasta marzo. La caza de alondras se lleva a cabo durante unos cuatro meses, de noviembre a febrero. La caza de perdiz se practica durante los meses de octubre, noviembre y diciembre. Caza de candidiasis en noviembre, diciembre, enero y febrero. Caza de codornices en octubre, noviembre, diciembre y enero. La tórtola se puede cazar durante los meses de julio y agosto, mientras que la agachadiza se puede cazar durante 5 meses de septiembre a enero. Las ubicaciones que albergan las reservas son diferentes según la especie de caza que pretenda cazar.
Para viajes de caza en Marruecos es obligatorio tener sus propios rifles de un máximo de 2 (calibre 20 y calibre 12), pero no estriados, mientras que las municiones deben comprarse en el lugar. Para dar una idea al lector, a título indicativo un viaje de caza en Marruecos cuesta unos 2000 euros por 3 días con 4 noches en un hotel de 3/4 estrellas, incluida una licencia de arma de fuego, a lo que se debe sumar los gastos de vuelo, así como los suplementos relacionados. a viajes de caza, como el costo de los acompañantes, el costo de los animales sacrificados por encima del número permitido, el costo de los cartuchos, el posible alquiler del perro, el suplemento por el número de cazadores por debajo del mínimo requerido y los suplementos relacionados con la estadía, como bebidas alcohólicas, recargo por habitación individual.
En comparación con otros destinos, Marruecos consigue combinar muchos aspectos interesantes, que no pueden faltar en un viaje de caza.