La Confederación de Cazadores de la Toscana emitió la siguiente declaración: "Somos conscientes de parecer obstinados cuando en varias ocasiones, el CCT ha llamado la atención de cazadores y asociaciones de caza, el tema de investigacion cientifica y recolección de datos, para salvaguardar los Calendarios de Caza y asegurar la correcta gestión de la especie en cuestión. El reciente llamamiento al Consejo de Estado contra la decisión tomada por el TAR de Toscana sobre el Calendario Regional de Caza, es prueba concreta de una batalla legal que debe enmarcarse en un esfuerzo aún mayor para incrementar, con datos irrefutables, nuestra fuerza contrastante y nuestra capacidad de documentar con parámetros científicamente correctos, el estado de salud de una especie y el impacto que la caza puede tener en su conservación.
En este cauce se perfila el proyecto DATOS DEL CIELO, recientemente iniciada por la asociación y que registró en este primer año de experimentación, numerosa disponibilidad y participación de cazadores - detectores, a los que va todo nuestro agradecimiento por el compromiso fundamental. Más concretamente, en lo que respecta a la especie becada, nos volvimos a conectar con un proyecto más amplio puesto en marcha por el Dr. Alessandro Tedeschi, presidente de la Asociación Amigos de Scolopax y por la Oficina de Migración de Aves de Federcaccia. Un proyecto que ha obtenido el patrocinio del Ministerio de Políticas Agrarias, Alimentarias y Forestales denominado "Alas reales".
El propósito del proyecto es detectar algunos parámetros relacionados con la determinación del ICA (índice cinético de abundancia) y del ICP (índice cinético de muestreo) además de otros elementos importantes de conocimiento como la edad del sujeto, el control en la distribución de muestreos entre ejemplares jóvenes y adultos. El estudio está aportando datos sumamente interesantes sobre la distribución por décadas en los distintos años de referencia, sobre las características de la zona de nuestra península para el período migratorio e invernada. Una obra en constante evolución por lo tanto, que está recibiendo cada vez más atención por parte de muchos apasionados constructores de becadas.
Una sensibilidad y una conciencia cultural y cinegética que tiene como objetivo mantener alto el nivel de atención sobre la especie. La becada además de representar un patrimonio colectivo es una fuente de pasión y emoción. El cazador debe sentirse responsable de proteger la conservación con visión de futuro cultural y ética de caza. Nuestro esfuerzo técnico y económico va en esa dirección precisa. Para corroborar estas consideraciones, queremos divulgar a continuación el liga de un documento filmado muy interesante. Un documento que combina la magia de la migración con la técnica de seguimiento. El resultado verdaderamente impresionante es el de volar junto a la becada "Rosa" (así llamada), conociendo la herencia que esta pequeña y misteriosa ave lleva en sus expresivos y melancólicos ojos ".