"Como dijimos de inmediato, estamos totalmente de acuerdo la ordenanza de la región de la Toscana, que -además de huertas y silvicultura- ha reabierto las actividades para el control e contención de vida silvestre. No olvidemos que el problema de los ungulados y los depredadores salvajes es una prioridad que se prolonga durante muchos años en la Toscana, y que continúa ahora independientemente de la situación actual de emergencia sanitaria por coronavirus.
Es necesario continuar por el camino de la correcta gestión de la caza de la vida silvestre para salvaguardar los cultivos y proteger a los agricultores toscanos de los daños causados por la depredación de jabalíes, corzos y lobos. Ya basta con cruzadas ambientales engañosas e hipócritas que salen con regularidad puntual, siempre y en todo caso en detrimento de los agricultores y del delicado equilibrio entre hombre, medio ambiente y fauna. Para salvaguardar los cultivos, es urgente activar las medidas contenidas en la ordenanza regional de los últimos días, y por ello la sensibilidad de los alcaldes y la plena colaboración de la policía provincial y los guardias de caza voluntarios.
Así lo declaró Luca Brunelli, presidente de la Cia Agricoltori Italiani Toscana, tras unas declaraciones de acrónimos de derechos de los animales, contrarias a la orden del presidente de la Región Toscana. Enrico Rossi el cual ha dispuesto disposiciones para la realización de determinadas actividades siempre en pleno cumplimiento de lo dispuesto en los Decretos de Presidencia del Consejo de Ministros y todas las normas de seguridad relativas a la contención de la infección por Covid-19. "En nuestra región - añade Brunelli - hay más de 400 ungulados que impiden que los agricultores produzcan, dañan los bosques y el medio ambiente, provocan accidentes a las poblaciones. Los datos nos dicen que la situación es dramática ».
La densidad de jabalíes se encuentra ahora en niveles alarmantes: por cada 100 hectáreas de tierra hay al menos 20 jabalíes, mientras que el plan regional de vida silvestre prevé de 0,5 a un máximo de 5 animales. Por cada agricultor hay ahora 5 cabezas de ungulados; por cada oveja hay 1 ungulado, por cada cerdo 3,5 y por cada bovino 5 ungulados. Los daños a los cultivos que durante seis años en Toscana han ascendido a más de 4 millones de euros anuales.