Un importante reconocimiento
el honor de "Caballero cazador". Con este significativo reconocimiento, la Federación ha querido subrayar el compromiso, la pasión y el profundo amor por el medio ambiente y por la caza, sus tradiciones y sus más altos valores testimoniados por la actuación de Claudio Menapace. Menapace nació en Alto Adige, de origen trentino, en el Alto Val di Non, donde las montañas se precipitan en el valle del Adige y un pueblo rústico cultiva con destreza las laderas frutales. Personas y montañas que siempre han estado en el corazón de Claudio para luego transpirar en la filigrana del alma de sus cuadros. Exitoso empresario de Bolzano en el campo de la construcción, caballero de sonrisa jovial pero aristocrática, deliberadamente sereno pero desprovisto de formalidad, comenzó a pintar a principios de la década de XNUMX, impulsado por su esposa Cristina, quien había percibido su talento.
Siempre un cazador
Y los lienzos inmediatamente cobran vida con sus amores: los picos rocosos, los bosques, los pastos y la nieve de los paisajes montañosos alpinos. Pero sobre todo de los muchos animales que las pueblan y que él, cazador de toda la vida, conoce bien en sus aspectos etológicos más ocultos. La suya es una pintura real pero sugerente, precisa en los detalles sin llegar nunca a ser fotográfica, siempre capaz de hacerte palpitar el corazón: la emoción de una becada que de pronto emprende el vuelo, la aparición mágica del corzo en medio de el bosque, la persecución de machos de gamuza en Brumft, la lucha de urogallos negros. Sólo el ojo experto del cazador, que ha vivido las experiencias inmortalizadas, que conoce los animales salvajes y sus vidas, puede describir estos momentos ocultos y sublimes que tan bien nos puede ofrecer la Naturaleza. Y Menapace nos ha regalado estas emociones en todos estos años, haciéndonos soñar dentro de un marco.
Las obras de Menapace
Sus obras son conocidas en todos los Alpes, tanto de este lado como más allá de la cordillera, pero también en países más lejanos. Polifacético en técnicas, va del carboncillo a la acuarela, de los lápices de colores al óleo, sobre todo. A él le debemos el redescubrimiento de los Scheiben, los antiguos discos de madera pintada de tradición tirolesa, que ahora dejan su huella en todas las salas de caza, incluso en ambientes distantes y diferentes al original. Uno de sus Scheiben fue donado al Papa Juan Pablo II por el mundo de la caza italiano con motivo del año del Jubileo. Ha expuesto en numerosas exposiciones, tanto en Italia como en el extranjero, y ha recibido numerosos premios en su ahora dilatada carrera artística. De absoluto prestigio, entre muchos otros, el premio internacional "Prix Artistique" que le otorgó en 1991 en Montreal, Canadá, el "CIC - Conseil International de la Chasse" (Consejo Internacional de Caza) y la "Medalla al Mérito" de la Land Tirol por méritos artísticos, la “Verdienstmedaille”.
el mundo de los animales
Las obras de Claudio Menapace abren muchas ventanas al mundo de los animales que saben hacer vibrar nuestro corazón como cazadores y amantes de la naturaleza, pero con su indiscutible aprecio general también nos han ayudado a subir un peldaño en la larga escalera del entendimiento, si no de compartir, de nuestro papel y nuestra pasión por la gente. El de "Caballero Cazador" es el más alto honor que otorga la Federcaccia a quienes han prestigiado la caza en su vida profesional o deportiva y contribuido a la afirmación y elevación de los más nobles principios de la ética cinegética. Desde su creación en 1991, entre otros, personalidades como Mario Rigoni Stern, Pier Luigi Vigna, Augusto Bocchini, Indro Montanelli, Paolo Bedoni, Fausto Coppi, Nevio Scala, Giuliano Incerpi, Bruno Modugno y Ugo Gussalli Beretta (Oficina de Prensa de la Federación Italiana de Caza).