La práctica de la caza es una actividad de larga tradición, útil para la defensa de la biodiversidad ya que contribuye sustancialmente a la protección del equilibrio entre la fauna y el biotopo. La caza moderna es sostenible, ya que se planifica y practica según criterios específicos, teniendo en cuenta las necesidades ecológicas, sociales y económicas. Al observar de cerca la vida silvestre, los cazadores también hacen una valiosa contribución a su monitoreo sistemático.
Crianza y marinado de la caza
Antes de ser consumida, la caza requiere un período de maduración que varía según la especie, el tamaño y la edad del ejemplar cazado. Es un proceso natural que hace que la carne esté tierna y sabrosa. El sabor de la carne se vuelve más marcado y sabroso gracias a la acción de algunos microorganismos presentes en el intestino que, durante el proceso de maduración, penetran en los tejidos musculares descomponiendo sus proteínas estructurales, con la consiguiente formación de sustancias que, sin embargo, corren el riesgo de volverse nocivas. si la operación se prolonga excesivamente. Hubo un tiempo en que el envejecimiento a menudo se llevaba al límite de los procesos de putrefacción, pero el consejo es tener cuidado con las carnes demasiado añejadas. Para colgar una caza es necesario en primer lugar eviscerar el animal colgándolo de las extremidades traseras, en el caso de la caza de pelaje, o del cuello en el caso de la caza de plumas, y dejar el cadáver en esta posición durante el tiempo necesario. tiempo
La caza mayor de pelo tiene los mismos métodos de cocción que los animales destinados al matadero, con la diferencia de que la carne se marina antes de ser cocinada. El adobo sirve para que los aromas de las especias y hierbas seleccionadas penetren en la carne y para ablandar la carne coriácea. Un adobo apto para la caza se compone de ajo, cebolla, zanahoria, bayas de enebro, clavo, chalote, apio, pimienta en grano, tomillo, laurel, romero, vino tinto o blanco, aceite y una cantidad modesta de vinagre. No se recomienda agregar sal a la marinada, ya que se corre el riesgo de que se derramen los líquidos de la carne.
Lomos, contramuslos y lomos son piezas indicadas para asar, en espetones y al horno; abdomen, pecho, espalda y cuello se preparan guisados y en salmì; mientras que las costillas y las chuletas se cocinan a la parrilla o simplemente en una sartén. La caza de plumas se adapta a las mismas técnicas de cocción que las aves de corral. Para realzar el sabor de la carne, se recomienda acompañar la preparación con una salsa muy sabrosa o una compota dulce hecha con uvas, arándanos, manzanas o castañas.
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