11 categorías diferentes
El número de productos agroalimentarios tradicionales reconocidos por la Región de Lombardía asciende a 270. Con el decreto de 2022, firmado esta mañana, se suman los 268 productos ya incluidos en la lista escupir de Brescia y la gallina del retiro de Milán. Las Patas Lombardas, agrupadas en 11 categorías diferentes, son productos cuyos métodos de elaboración, conservación y maduración se han consolidado en el tiempo desde hace al menos 25 años y se practican de forma homogénea y según las normas tradicionales. El reconocimiento de los productos agroalimentarios tradicionales juega un papel fundamental en la afirmación de las identidades de las comunidades rurales. “El asador es Brescia: uno de los platos simbólicos de la ciudad y de todo el territorio – ha subrayado el Concejal de Agricultura, Alimentación y Sistemas Verdes, Fabio Rolfi -. Gracias a este reconocimiento se salvaguardan las tradiciones de los procesos productivos y se conserva una sabiduría centenaria.
Un significado extraordinario
Las pats son los verdaderos productos lombardos que obtienen reconocimiento porque son especialidades difíciles de replicar en otros lugares y mantienen el vínculo con el territorio y con las comunidades locales que, a lo largo de los siglos, las han generado”. “Para los brescianos, el asador tiene un extraordinario significado evocador, muchas veces ligado a recuerdos familiares y momentos de convivencia – añadió el comisario -. Es un símbolo de identidad que ahora tiene reconocimiento oficial por parte de la Región. Vincular alimento y territorio significa impulsar todo un sistema”. El asador de Brescia está clasificado entre los productos de la Gastronomía y está muy extendido en el área y la provincia de Brescia: Franciacorta, Valle Trompia, Valle Sabbia, Alto Garda Bresciano, Valtenesi, Pianura Bresciana. Es un plato de convivencia de Brescia - dice el decreto - típico de la población que no puede dedicarse a la caza mayor, una noble prerrogativa.
patrimonio agroalimentario
La clásica 'polenta y pájaros', compartida a lo largo de los años con los territorios de Bérgamo y Véneto, se enriqueció gradualmente con el espetón al que se añadía carne de animales criados, especialmente cerdo. “El año pasado incluimos cítricos y alcaparras de Garda, casoncelli de Pontoglio y Toc de Como – recordó Rolfi -. Lombardía tiene un patrimonio agroalimentario indescriptible. Los productos agrícolas y gastronómicos representan nuestro territorio, nuestras tradiciones y pueden ser un extraordinario motor económico también desde el punto de vista turístico si van acompañados de una adecuada narrativa y una adecuada valorización comercial”. “Cada rincón de Lombardía tiene un producto tradicional que interpreta los mil matices de una rica y variada producción regional – concluyó el comisario -. Nuestra región no es solo uno de los centros industriales y terciarios más importantes del mundo, sino también la región agrícola más importante de Italia, donde el territorio y la tipicidad se traducen en un patrimonio agroalimentario de excelencia” (fuente: Región de Lombardía).