Hallazgos de cadáveres
Según los datos comunicados por la Región Emilia-Romaña sobre la proliferación de jabalíes, "en lo que respecta al control de la especie, en los últimos 3 años hemos pasado de aproximadamente 4.400 capturas a 6.400, con un aumento de más del 45%". Confagricoltura Piacenza interviene sobre estas cifras y sobre estas afirmaciones, volviendo a hablar de los ungulados. Desde el 2022 de enero de 1567 hasta la fecha, se han analizado para PSA 2019 cadáveres de jabalí distribuidos en las tres zonas de restricción en la provincia de Piacenza. Dado que la normativa exige que todos los jabalíes sacrificados sean analizados, sabemos con certeza que el número de sacrificios se reduce por el número de cadáveres encontrados. Los datos publicados por la propia Región sobre la caza y el control indican que solo en la temporada de caza 2020-2104 en Piacenza se cazaron 262 jabalíes y 1597 fueron abatidos mediante acciones de control. La cifra será de 483 y 2126 respectivamente para la próxima temporada y de 823 y 2021 para la temporada 2022-XNUMX.
Base de datos de regiones
«Los planes de control han llevado, en nuestra provincia, al sacrificio de 506 jabalíes en 2023 y 530 en 2024 – señala Giovanna Parmigiani, presidenta de la sección de productos porcinos de Confagricoltura Piacenza – dado que prácticamente ya no podemos contar con la caza, los sacrificios totales se han reducido a aproximadamente una sexta parte. Parecía insuficiente eliminar 3000 jabalíes al año; ahora, con la amenaza de la Psa, nos conformamos con poco más de 500. Si la caza no es la herramienta, se deberían adoptar otras estrategias, pero es esencial lograr una reducción drástica en poco tiempo. De nuevo, los datos publicados en las bases de datos de la Región indican que en 2021 se mataron más de 30.000 2023 jabalíes en Emilia-Romaña, con una disminución en los dos años siguientes, pero con un total de muertes que en 20.000 superó las XNUMX XNUMX (considerando la caza y el control en conjunto).
Peste porcina africana
Nuestra provincia se encuentra casi en su totalidad en zona restringida y no se permite la caza en zonas restringidas, solo podemos actuar con acciones de control en base a lo establecido en el Plan Nacional de Vigilancia y Erradicación de la Peste Porcina Africana, en las ordenanzas del comisario y en el Plan Regional de Intervenciones Urgentes. «Los números muestran claramente la desproporción de las acciones de control respecto al potencial de sacrificio que teníamos antes, pudiendo contar con la temporada de caza – subraya Confagricoltura Piacenza –. Incluso si asumimos que los lobos y el Psa han reducido significativamente la población de jabalíes, los agricultores todavía los ven en grandes manadas en los campos. Sin olvidar su proliferación descontrolada en parques y zonas aledañas, donde las acciones de contención se reducen aún más, convirtiéndolos, de hecho, en una zona de repoblación en detrimento de las empresas agrícolas que insisten en el mismo territorio. “Las denuncias de daños a los cultivos han disminuido porque, al no obtener una compensación adecuada, los empresarios ya no presentan denuncias”, comenta la asociación de empresarios agrícolas. “Esto impacta las estadísticas y es la razón por la que pedimos a los asociados que procedan de todos modos, aun sabiendo que las compensaciones no son suficientes”.
Granjas de cerdos
Desde hace años Confagricoltura Piacenza pide intervenciones más incisivas, porque el objetivo del empresario es poder recoger el producto y no obtener una compensación. En este escenario, desde 2022, ha entrado la tragedia del PSA, cuyo principal vector son los jabalíes. "Nos da esperanza que el Comisario Extraordinario para el PSA y las Regiones se muestre cautelosamente confiado —comenta el presidente de Confagricoltura Piacenza, Umberto Gorra—. Sin embargo, fue en febrero cuando el Comisario anunció la llegada de las jaulas. Parece que se han asignado 3 a nuestro territorio. Resulta difícil pensar que con estas cifras y en estos tiempos puedan ser una herramienta decisiva". Mientras tanto, la preocupación crece a medida que la temporada agrícola entra en su pico, los cultivos en los campos están siendo dañados y la presión de los jabalíes es una seria amenaza para las granjas porcinas. «Sabemos que los jabalíes son el reservorio viral privilegiado del PSA, si deambulan por las explotaciones las exponen a una amenaza constante contra la cual los ganaderos se protegen con la máxima bioseguridad, pero esto no es suficiente, hay que eliminar el vector y los números nos dicen, desgraciadamente, que el tiempo necesario para ganar la batalla al PSA, con las herramientas puestas en marcha hasta la fecha, no es compatible con la supervivencia de las empresas. Por eso –concluye– pedimos un cambio de ritmo que hasta ahora no hemos visto en las estadísticas y menos en las campañas”.