Una discusión que ha estado ocurriendo durante algún tiempo.
Sobre la regla relativa a la control de vida silvestre hay mucha discusión y también mucha confusión. En primer lugar, cualquiera que lea atentamente el texto ve que la caza no está abierta en ninguna zona donde hoy está prohibida, ni en la ciudad, ni en los espacios naturales protegidos. Ya con las leyes vigentes es posible realizar actividades de control de fauna en estas áreas, solo en los parques nacionales y regionales en 2021 se mataron o capturaron más de 16.000 jabalíes y luego se sacrificaron. Otra aclaración es que la ley modifica la ley 157/92 (que se refiere a la vida silvestre) y no la ley 394/91, que se refiere a las áreas protegidas cuyos artículos relativos al control de la vida silvestre continúan vigentes. Por tanto, mi análisis se refiere a los efectos que esta enmienda tiene fuera de los parques. La norma contiene algunos aspectos positivos y algunos puntos críticos.
la pregunta del cazador
Se eliminó la redacción ambigua que exige "métodos ecológicos" antes de usar trampas y matar para el control de la vida silvestre. Cuando el legislador redactó esta disposición tal vez estaba pensando en "métodos no sangrientos" pero tal como estaba redactado no significaba nada. También es positivo que la "seguridad vial" se haya incluido entre los motivos de las intervenciones. Demasiados accidentes, incluso graves, causados principalmente por jabalíes, pero no solo. En cambio, es inútil e incluso dañino limitar la posibilidad de intervenciones de control solo a los cazadores, además "locales" por dos órdenes de razones. La primera es que la disposición se refiere a toda la fauna silvestre, no sólo a la cazada y si bien un cazador puede poseer los conocimientos técnicos para operaciones de control de especies cinegéticas (jabalíes, ciervos, gamos, muflones, etc.), evidentemente nada sabe cómo intervenir sobre otras especies, especialmente exóticas (ardilla gris, mapache, periquito, etc.). Por eso, la ayuda de especialistas, que no son necesariamente cazadores, y aunque quizás no sean "locales", es fundamental para el éxito de las acciones.
Una contribución decisiva
La segunda razón es que ante el creciente problema de las especies invasoras/alóctonas, cada vez se forman más empresas especializadas en su control. Muchos parques han hecho contratos de larga duración con entidades privadas, es cierto que, como decía antes, la regla atañe al territorio exterior, pero es una limitación verdaderamente inútil. Otra cosa que no juzgo positivamente es el hecho de que no es necesario un curso para habilitar a los cazadores para las operaciones de control. De hecho, una cosa es la caza y otra el control, aunque la herramienta siempre puede ser el arma de fuego, el control presupone el conocimiento de diferentes problemas. Sin embargo, la intención de regular mejor este asunto es positiva, espero que todavía podamos intervenir en la ley, corrigiendo las cosas que he resaltado y agregando otras. Nosotros como Federparchi, si las instituciones nos consultan, estamos disponibles para dar nuestra contribución (Giampiero Sammuri, presidente de Federparchi).