Diversos temas abordados: protección de la biodiversidad con la gestión de la recogida de frutos silvestres, el desarrollo de la cadena de suministro de la carne de caza, la defensa de la alimentación natural y de calidad, la promoción del turismo incluyendo la caza, la protección contra incendios y el reconocimiento de las actividades cinegéticas de fauna silvestre en igualdad de condiciones a las actividades agrícolas con el propósito de mantener los ecosistemas, el papel del agricultor como custodio de la biodiversidad y la consecuente protección de las áreas agrícolas, que ahora se encuentran altamente amenazadas. Un paso importante relacionado con la reelaboración de la figura del cazador también a través de la formación y la información de los más jóvenes que, con demasiada frecuencia, se ven influidos por una comunicación unívoca, propagandística y distorsionada de la realidad.
Agricultores, autoridades del parque, actores del mundo cinegético y ciudadanos comprometidos con una cultura saludable del medio ambiente pueden contribuir activamente a la puesta en marcha de iniciativas capaces de conseguir resultados útiles para la transición verde y el desarrollo sostenible a partir de la restauración de hábitats y el control de determinados especies silvestres que tienen una alta evaluación de impacto económico y social. El enfoque de las evaluaciones y las consiguientes decisiones deben basarse en un criterio científico del problema, no regido exclusivamente por el sentimiento.
La ministra Lollobrigida subrayó cómo, hoy más que nunca, es imprescindible recuperar competencias que con demasiada frecuencia hemos delegado en favor de la globalización que, con la situación actual, está mostrando una extrema fragilidad del sistema.
Entre todos los participantes se destacó fuertemente la necesidad de un método compartido para los problemas y sobre todo para el estudio de soluciones. Ya no es tiempo de conflictos internos que son contraproducentes para todo el sector.
Al finalizar la jornada se firmó un memorándum de entendimiento, destinado a calificar la actividad cinegética de fauna en nuestro país que contempla, resumidas en cinco puntos, las primeras acciones fundamentales para la protección y desarrollo equilibrado de la biodiversidad.:
1) La calificación de la actividad cinegética de fauna silvestre de acuerdo con el ordenamiento jurídico europeo, mediante el reconocimiento de la actividad cinegética de fauna silvestre en pie de igualdad con las actividades agrícolas con la finalidad de mantener los ecosistemas de fauna y flora silvestre y los servicios que se ofrecen con los planes de muestreo autorizados. .
2) Gestión de la recolección de frutos silvestres dentro de empresas de vida silvestre mediante la atribución a los titulares de derechos y obligaciones de manejo, cuidado y control impuestas por la legislación a un empresario agropecuario.
3) Creación de una legislación nacional para la cadena de suministro de la carne de caza con el fin de proteger, tanto desde el punto de vista comercial como gastronómico, el papel importante y representativo del fuerte vínculo que esta carne tiene con las tradiciones alimentarias regionales y nacionales, así como generar economía. y generar trabajo, especialmente en las zonas internas del país
4) Fomentar el uso de los servicios ofrecidos por los institutos de vida silvestre también a través del desarrollo del turismo en muchas regiones italianas.
5) La necesidad de establecer la renovación automática de concesiones para los propietarios de empresas del sector con el fin de garantizar la continuidad operativa.