Con la llegada del puntual verano, como cada año, vuelven a estallar en Isernia como en el resto de la provincia, los problemas relacionados con la presencia excesiva de jabalíes en la zona. Para gastarlo, como siempre, son sobre todo los agricultores los que tienen que hacer frente al enorme daño que provocan sus cultivos. Los agricultores de Fonte Citrone ya no se preguntan, al amanecer, si los jabalíes han arrasado la cosecha. Ahora los pocos agricultores que quedan se preguntan directamente qué daño han hecho los ungulados a los cultivos. Fuente Citrone está cerca del centro histórico de Isernia, a los pies del Palazzo San Francesco, sede del Ayuntamiento.
Es imposible organizar equipos de caza porque el sitio está muy cerca de las casas. Por lo tanto, los agricultores solo pueden tomar nota de lo que está sucediendo, con jabalíes que diariamente, incluso varias veces al día, destruyen todo lo que encuentran en el camino, muros de contención, desagües, campos cultivados, incluso los vallados de las fincas. “Los jabalíes arrasan las carreteras y derriban muros -explicó un campesino-. Se registran daños estructurales, además de los ocasionados a los cultivos. Presentamos una denuncia en las autoridades competentes, pidiendo al menos realizar inspecciones para estar al tanto de lo que está sucediendo. Una situación grave, ante la cual lamentablemente nos sentimos impotentes. Para ello solicitamos verificaciones y intervenciones decisivas". Nunca los jabalíes no solo causan daños a los cultivos.
También son peligrosos para los humanos. Un granjero se vio obligado a trepar a un árbol cuando se dio cuenta de que estaba rodeado. Y si también hay cachorros de jabalí cerca, la situación se agrava aún más. Y pensar que hasta hace un par de años la convivencia entre el hombre y los animales salvajes era absolutamente pacífica. Pero ahora la población de ungulados está fuera de control y los conflictos con los agricultores y los criadores están en la agenda. «Sé por experiencia - explicó otro granjero - que son animales peligrosos. Para ello es necesario que las autoridades competentes conozcan la gravedad de la situación y tomar medidas para resolver una situación de absoluta gravedad.