Un largo asunto judicial siete años terminó con la condena de un cazador. Todo comenzó en 2011 cuando un hombre un gamuza macho fue asesinado por error in un bosque de Verbano. El cazador estaba en posesión de una licencia de caza regular y se equivocó al llevarse el ungulado, ya que según el calendario de caza en ese momento podía disparar solo para mujeres.
El imputado advirtió inmediatamente el error, llegando a denunciar y pagar la multa correspondiente. La cabeza caída había sido llevada a un matadero y luego vendido en subasta, dinero pagado posteriormente a la región de Piamonte. El proceso comenzó cuando el hombre solicitó la devolución de la gamuza, recordando la sanción honrada. En 2013 y 2015 se equivocó y así fue con la sentencia final de la Corte Suprema.
La solicitud fue rechazada, a pesar de que el cazador había señalado en más de una ocasión cómo la confiscación fue ilegal. La matanza fue de hecho ilegal y esto impidió que la propiedad de la cabeza fuera a parar a un responsable de una transgresión. Ahora habrá otra cantidad de dinero para pagar, es decir, la contribución unificada introducida por la Ley de Estabilidad e igual al monto gastado para el recurso.