Entrenar al perro de caza para disparar un rifle es fundamental para un buen resultado de los viajes de caza
Acostumbrar al perro a este ruido ensordecedor desde una edad temprana es un proceso gradual, en el que el cazador se verá profundamente involucrado junto con su compañero. Después de acostumbrar gradualmente al cachorro a todos los ruidos, el adiestrador debe conseguir una pistola de fogueo con una detonación similar a una real. Durante los paseos por el campo, cuando el alumno se acostumbra a irse en busca, el adiestrador debe contar con un disparo de una persona que lo acompaña, quien debe posicionarse a cierta distancia del perro.
Una vez iniciado el tiro en blanco, es necesario estudiar el comportamiento y reacción del cachorro, acariciándolo sin hacer demasiadas fiestas por si se acerca al dueño. De esta manera, podrá adaptarse y proceder de acuerdo con la reacción del perro. En primer lugar, no se deben disparar de forma consecutiva demasiados tiros que puedan asustar y traumatizar al perro, ya que unos pocos y efectuados a intervalos prolongados serán suficientes, por ejemplo no más de dos o tres por salida, siempre ocultando la escopeta, para no asociar el ruido del perro al objeto sostenido en la mano del compañero.
Este ejercicio debe realizarse con mucha paciencia, especialmente si el perro muestra un sengi de impaciencia al primer disparo. Si esto sucede, habrá que aumentar la distancia entre el perro y el disparo, procediendo con calma y de vez en cuando para que el animal se vaya acostumbrando paulatinamente a ese ruido ensordecedor. Una excelente oportunidad para entrenar al perro está representada por la posibilidad de ir con su ayudante cerca del campo de tiro paseando con el perro con correa, acariciándolo, acercándose gradualmente al campo de tiro para reducir la distancia entre los disparos y el perro.
Estos entrenamientos preliminares llevarán al perro a no tener miedo al disparo y eventualmente a intentarlo en la naturaleza. En cuanto a este último detalle, por ningún motivo, aunque el perro no muestre miedo al disparo, deberá disparar el juego que sube en las primeras paradas durante las cuales el perro quedará libre para perseguir., Luego de varias lecciones, él Se habrá convertido en un excelente tapón y cuando gire, demostrando pasión, lo perseguirá profundamente, tendrá que disparar un tiro de pistola a una distancia de unos 15 metros.
De esta forma, es casi seguro que el perro continuará la carrera sin preocuparse por el ruido y luego, en las siguientes lecciones, el tiro se disparará a más corta distancia, reemplazando la pistola por la escopeta cargada con un cartucho medio cargado. Finalmente, la codorniz o la perdiz debe ser sacrificada después de detenerse, para que el perro que corre, al verla caer, la muerda y la lleve alegremente a la orden "puerta, puerta". Si se logran estos resultados, podemos considerar al estudiante de posgrado, aunque será necesario mantener viva la formación para mejorar continuamente.
Nota importante: se obtendrán resultados diferentes según el perro.
Cada perro tiene su propio carácter y sus habilidades también deben tenerse en cuenta. En el caso de que el criador demuestre no ser muy "capaz" no es necesario "forzar la mano", pero basta con un poco más de paciencia y gentileza hacia él.
bien explicado muchas gracias