El comportamiento correcto. Extrema precaución al cazar: los accidentes siempre acechan precisamente porque las situaciones cambian constantemente.
Un buen conocimiento del arma es la base de un comportamiento prudente que, sin embargo, a veces puede descuidarse debido a la excitación de la acción de caza. Los técnicos han desarrollado una serie de consejos que pueden parecer obvios pero que son el destilado de una serie de casos lamentablemente cada vez más numerosos cada año.
Inspeccione los cañones de los rifles después de conducir por un bosque o dejar el arma en el suelo o descansar durante algún tiempo.
De hecho, es posible que haya entrado algún cuerpo extraño en el tubo.
Nunca use la escopeta como un palo para tratar de sacar el juego de un arbusto o recuperar una presa caída en un lugar inalcanzable.
Nunca use el arma de fuego para apoyarse mientras camina sobre terreno difícil.
Cuando viaje por zonas accidentadas o resbaladizas, descargue siempre el rifle precisamente porque una caída podría provocar el inicio de un disparo. Siempre descargue su arma de fuego al cruzar una zanja, cruzar un seto o saltar un obstáculo.
Escopeta siempre en seguridad: quitarla es un momento pero cuando se inserta siempre da una garantía extra sobre la seguridad de la pistola.
Nunca disparar en un seto: puede haber una persona, una mascota o una especie protegida El cazador debe comportarse siempre de manera que no moleste a quienes, como él, están cazando. Llame al perro si invade el terreno que otro cazador está a punto de viajar.
Nunca te acerques a un perro que esté parado o que por su actitud sugiera que está tras la pista de un animal salvaje. Si el salvaje puesto en fuga por un cazador es asesinado por otro, depende de quien se lo lleve y quien a cambio de la presa debe entregar el número de cartuchos disparados.
No es cierto que esta regla de buena conducta esté sujeta a derogación el primer día de caza.
Nadie debe detenerse en las cercanías de cabañas o acecho fijo. La caza que fue equivocada por un cazador y asesinada por otro pertenece al que disparó primero.
Quien se acerque más tiene derecho a disparar un juego sentado en un árbol. Nadie, excepto con el permiso del tirador, debe acercarse a una presa y recogerla.
Es injusto y perjudicial disparar al seltático fuera de rango aunque sea para probar un golpe de suerte.
Quien sale a cazar es invitado del agricultor: recuerda cuando atraviesa un terreno o se acerca a una planta con frutos.