luciano monaci, número provincial del Federcaccia de Grosseto, decidió intervenir tras leer la acusación lanzada por el Confagricoltura local para cazadores. En la práctica, la asociación agrícola ha asignado las responsabilidades del daño causado por ungulados al mundo de la caza, ya que no habría actividades de selección. Monaci recordó cómo no se escuchaba a las asociaciones de caza cuando el ley objetiva para el manejo de animales salvajes estaba siendo preparado.
Las perplejidades y dudas se expresaron de inmediato, pero se decidió resolver todo con la búsqueda de selección. Según Federcaccia Grosseto, la Jabalí de la Maremma solo se puede gestionar con equipos straplai, activo en las áreas asignadas y capaz de explotar la actividad preventiva. En áreas donde la caza está prohibida o limitada, Federcaccia no se siente responsable, por lo que las acusaciones han sido devueltas al remitente.
La asociación confirmó su proximidad al mundo agrícola, en la conciencia de lo grandes que son las dificultades actuales: las intervenciones de los cazadores estarán ahí siempre que sea posible e cuando la ley lo permite. La nota de Monaci luego concluye con una amarga observación: "Si, como algunos esperarían, siguiéramos siendo una categoría con pocos practicantes, las cosas se complicarían y entonces tendremos que hacer de la caza una profesión, con más cargas para la sociedad.".