En parte información
Estos últimos días hemos leído otra invectiva gratuita contra la caza y los cazadores por parte de los habituales amigos autodenominados de Marismas de Fucecchio. Como siempre, las cosas no son como dicen. Sin embargo, sin entrar en demasiados detalles, nos gustaría llamar la atención tanto de los "amigos" del Padule como de los ciudadanos que corren el riesgo de recibir sólo información sesgada, a menudo incompleta y, de hecho, no correspondiente a la realidad, que en la medida de lo posible como sabemos, en los días que han pasado, pocos eran los cazadores presentes en las marismas y ciertamente no en las muy raras o inexistentes zonas con agua helada. Y la Federcaccia Pistoia no tiene conocimiento de ninguna intervención de las autoridades competentes ni de ninguna denuncia sobre incidentes de caza furtiva.
Áreas protegidas
En cuanto a las zonas protegidas, investigaciones recientes han puesto de relieve que en Toscana alcanzan el 40%, mucho más que el máximo previsto (las disposiciones actuales prevén entre un 20 y un 30% sin incluir la caza). En cualquier caso, si tenemos en cuenta la superficie real de nuestro cráter pantanoso, que ronda las 1.200 hectáreas, el porcentaje de superficie protegida también supera ampliamente el 20%.
Crisis profunda
“Los humedales protegidos de la Toscana se encuentran en un estado de profunda crisis. Así lo declaró el representante del ISPRA, el Instituto Superior de Protección e Investigación del Medio Ambiente, organismo científico técnico del Estado y ciertamente no una asociación de caza ni su emanación, en el Centro de Visitantes de Castelmartini, con motivo del último seminario de la LIPU – declaró el provincial Presidente de la Federcaccia Franco Biagini –. Entonces surge la pregunta: ¿qué pretenden conseguir con estas supuestas denuncias? ¿Aumentar el estado de crisis también en las Marismas de Fucecchio? ¿O seguimos buscando más dinero además de los miles de euros que ya hemos recibido de los contribuyentes, incluidos los cazadores? Creo que antes de hacer declaraciones con acusaciones infundadas sobre supuestos y presuntos delitos, tal vez sería mejor prestar más atención y hacernos algunas preguntas sobre el estado de abandono en el que se encuentran aquellas áreas protegidas que debieron ser gestionadas. Nos reservamos el derecho de profundizar más en este aspecto y comprobar si realmente se ha hecho lo que debería haberse hecho para mantenerlos y así evitar daños medioambientales. Mientras tanto - concluye Biagini - es importante reiterar que si las marismas se encuentran todavía en condiciones mínimamente aceptables, se debe a los cazadores y propietarios que se dedican a ello a diario, gracias a su actividad voluntaria y con su exclusiva recursos" (Federación Italiana de la Provincia de Caza de Pistoia