Además de la prohibición de la caza en las casi 1.400 hectáreas de terreno quemado en Monte Serra (Pisa), como ya lo establece la ley de la Región de la Toscana en casos similares, ahora el consejo regional ha aprobado una prohibición total de la caza incluso en un área de otras 1.000 hectáreas adyacentes a la destruida por las llamas que comenzaron el 25 de septiembre. Es la primera vez que se prohíbe la caza incluso en las tierras cercanas a las que se han incendiado, una especie de "zona de amortiguamiento" que puede permitir a los animales supervivientes encontrar nuevos refugios y un nuevo hábitat para vivir.
La única excepción es la caza de ungulados que permanece prohibida en las tierras quemadas pero que puede continuar, según el calendario de caza, en la nueva zona de amortiguamiento. “Sentimos que era nuestro deber proteger la fauna y asumimos esta responsabilidad”, comenta el presidente de la Región Toscana, Enrico Rossi.
La medida fue ilustrada en Pisa, en la sede de la provincia y protección civil, en via Nenni, por el consejero regional de agricultura y bosques, Marco Remaschi. Con él también estuvo la presidenta de la provincia de Pisa Giulia Deidda, alcaldes y concejales de los municipios afectados. (24 patas - El sol)