Sensibilizar contra los fenómenos de caza ilegal (mejor conocido como caza furtiva) y llamar la atención sobre la protección de las especies protegidas: este es el objetivo de la nueva colaboración nacida entre Fundación UNA - Hombre, Naturaleza, Medio Ambiente - Y Federparchi, que se arraigará en el Parque Gran Paradiso y luego se trasladará a otros parques italianos de prestigio. Territorios a lo largo de la bota donde viven especies sujetas a especial atención porque, con el tiempo, se ven amenazadas por episodios de caza furtiva. Él Parque Gran Paradiso es la protagonista de este primer foco y con ella sus animales icónicos: la cabra montés alpina, una especie símbolo de la eficacia de las actividades de conservación activadas en el parque y destinada durante mucho tiempo a desaparecer de este territorio, pero que ahora puebla las praderas a lo largo todo el arco alpino; Quebrantahuesos y águilas reales, también víctimas históricas de la caza furtiva que en el pasado provocó su casi total desaparición de los territorios alpinos del Valle de Aosta; la nutria euroasiática, sobre la que el Centro de Agua y Biodiversidad de Rovenaud está realizando un trabajo dedicado, que acoge algunos ejemplares en cautividad trabajando para una futura reintroducción en la Naturaleza.
Hoy, gracias a las actividades de protección de la fauna y el territorio, estas especies han vuelto a proliferar y frecuentar con seguridad los cielos y bosques de la valles de aosta. “En colaboración con la Fundación UNA, estamos realizando visitas a los parques nacionales para conocer los buenas prácticas implantadas para la conservación y gestión de la fauna. En el Parque Nacional Gran Paradiso siempre se ha trabajado mucho en cuanto a investigación científica y seguimiento, también gracias a la ayuda de los guardaparques, profesionales capacitados que también pueden intervenir en el control de cualquier actividades ilegales”Declaró Giampiero Sammuri, presidente de Federparchi.
Renata Briano, Presidenta del Comité Científico de la Fundación UNA, se hizo eco de él: “Las amenazas a la biodiversidad hoy en día son muchas, y van desde la contaminación hasta el exceso de construcción y los productos químicos en la agricultura. No hay caza pero sí furtivismo: por lo que queremos lanzar un mensaje contundente para combatir este fenómeno, con el objetivo de preservar nuestros ecosistemas”. La idea de posicionar la caza como una actividad sostenible y responsable, lejos de la caza furtiva y a favor de la protección de las especies protegidas, es uno de los valores fundacionales de la Fundación UNA, que cree en la figura del cazador como el "Paladín del Territorio", guardián de la fauna y flora del ecosistema. equilibrio natural.
La actividad cinegética debe entenderse, en efecto, como un elemento útil y positivo de sostenibilidad ambiental, para garantizar el mantenimiento de los equilibrios naturales. No es casualidad que la Fundación UNA, ya en 2020, pase a formar parte de UICN, Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, acercando así al mundo cinegético a uno de los principales lugares de diálogo internacional en temas de biodiversidad. Paralelamente a una campaña de divulgación sobre la importancia de proteger las especies protegidas, Fundación UNA utilizará sus recursos para educar a la propia comunidad cinegética sobre la importancia de adoptar un modelo de caza sostenible, totalmente respetuoso con las normas, y contrario a cualquier forma de caza furtiva.